Poesia De Tontos

La estrella en mi embarcación

Solía mirar a la luna,
sintiéndome sola e incomprendida,
dejando el corazón y los suspiros para mí misma.
Hasta que llegaste tú, con tu hermoso esplendor,
cantando que yo relucía con resplandor.
Esas palabras para mí no tenían valor,
no importaba lo que dijeras ni lo que sintieras.
Estaba sola, sin dirección,
y no importaba quién subiera conmigo en esta navegación,
terminaría caminando derecho por el tablón.
A pesar de mi temor, tomaste lentamente el timón,
y en un mundo sin magia ni pasión
lograste llenar de esperanza a este pobre corazón.
Con cada canto y en cada segundo,
fui izando las velas a paso seguro.
Sonreí, bailé y a la luna miré,
agradeciéndole por enviarme
a la estrella más brillante que el cielo podía tener,
para que me acompañara en la tormenta y ablandara mi ser.