Introducción.

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Por un lado, un joven empresario de 24 años, vive su vida llena de estrés, trabajo y viajes. Que no tiene siquiera 30 minutos libres para su vida personal, esto le a dado un cambio psicológico y emocional en su vida. Llevándolo a ser incluso reconocido por su mal temperamento.

-¡Necesito que lo trámites salgan perfectos, el que cometa un solo error, será despedido automáticamente!.-Golpeó la mesa, el enojado empresario.

Por el otro lado, una chica de 17 años Adicta al estudio, pasando la mayoría del día leyendo libros de la universidad, o haciendo trabajos de sus compañeros siguiendo el consejo de su mejor amiga de descansar y dejar de lado los pesados trabajos.

—Sam, ¿Puedes traerme un helado de fresas?, me muero del hambre. —Chilló la chica a través de la llamada, posiblemente durmiendo la chica del otro lado, Pedir helado a las 4 de la mañana es algo complicado.

Ya era casi de madrugada, y una aisha somnolienta y muy cansada se encontraba durmiendo en su escritorio, haciendo los trabajos de sus compañeros por algunos dólares, los necesitaba, pero eso no implicaba dañar su horario de sueño.

—Shay, ve a dormir mañana sigues con los trabajos.— Dijo su amiga preocupada.

—Luego terminarlos Sam.— Sus palabras no tenían sentido.

—Estas hablando como una completa boba shay.— Dio una pequeña risita.

—No soy boba, tu eres más boba que yo.— Rasco sus ojos cansados.

—Aceptas que eres boba, ¡Ja, gane!— La chica empezó a agradecer a gente imaginaria.

—Sam, callate.—Su teléfono cayo en la mesa boca abajo, reposando sus brazos en el escritorio siguió escuchando el falso agradecimiento de su mejor amiga.

—A mi padre, a mi madre, mi tío Luis, el empresario guapo amigo de mis padres.—Aisha al escuchar lo último levanto sus brazos del escritorio y acomodo su silla.

—¿Quien es?— Pregunto.

—¿Mi tío Luis?, es un viejo granjero, es todo amargado.— Aisha se quejo.

—Ese no Sam, el otro, el último. ¿Quien es?— Miro la hora de su telefono, lo tomo y lo coloco en su oreja.

—¿El guapo, asexual y posible psicópata empresario?— Frunció el seño.

—¿Asexual?, ¿Psicópata?— Preguntó.

—Sí, ese mismo.— Afirmó Sam.

—¿Porque dices que es un psicópata asexual?— Una aisha confundida Pregunto.

—¿No te haz enterado?— Quedo en un pequeño shock.

—Nisiquiera lo conozco Sam.— Suspiro y espero gustosamente su respuesta.

—Nunca lo han visto con una mujer, y con las pocas que a estado siempre dicen que tiene un secreto muy grande.— Aisha tapo su boca y interesada siguió en silencio.

—Dicen que les a pagado millones de dólares por qué no salga a la luz, pero de lo poco que e escuchado es que es muy adictivo.— Sonó una notificación en el teléfono.

—¿Adictivo?— "Que puede ser tan adictivo" pensó.

—¡Me tengo que ir a dormir Shay, duérmete bien y descansa!—La llamada acabo y un silencio resonó por el cuarto de la joven.

—Bien, como siempre me quedo a medio chisme.— Se quejo y se levanto de su escritorio.

Se estiro y sonaron algunas partes de su cuerpo, Gimió de dolor y salto a su cama, río y tomó la sabana blanca poniéndola sobre su cuerpo, porfin descansando el dolor de espalda no cesó, y aún sin poder descansar como se debe, se levanto de esta con la sabana aún en su cuerpo, rodeando su cabeza y sus brazos.

Bajo hacia la cocina, sacando un vaso de agua frío.

su vista estaba perdida, Aún sonando en su cabeza el misterioso empresario, pensaba que era alguien muy formal, y demasiado serio pero quien diría que sería todo lo contrario.

"Seguro es un aburrido con unos zapatos aburridos y traje aburrido." Rodó los ojos y dejo el vaso de vidrio en el lavaplatos y subio corriendo las escaleras, llego a su habitación y cerró la puerta de esta, alegre se recostó en su cama y con su garganta hidratada pudo dormir.

...

A la mañana siguiente, Aisha se encontraba cómodamente descansando en su cama, la cobija estaba tirada en el suelo con algunas almohadas, la pose en la que dormía no era muy cómoda, tenía su brazo derecho debajo de su espalda, y sus piernas cruzadas, no era muy adecuado dormir de esa forma, pero para aisha era el cielo esa posición al dormir.

Sonó la alarma en su teléfono, el molesto pitido hizo que reprochara al recordar que había estado hasta la madrugada haciendo trabajos de sus compañeros.

—5 minutos más, Mamá.— Y cubrió su rostro con sus manos.

Una pequeña sonrisa solto la castaña, al pensar bien lo que había dicho.

—Mamá, ja, Que chiste. — Después de minutos de quejarse ya estaba caminando al baño, Para darse una buena ducha y cepillar sus dientes.

Unos minutos pasaron, y aún con sueño fue a su closet y sacó unos shorts y un hoddie bastante cómodo, Ya iba saliendo de su casa, cuando una llamada interfiriendo el momento hizo frenar a la castaña.

—¿Que quieres Sam?, Ya voy llegando a la universidad.— Anunció.

—Aún estas en tu casa, no me mientas.— Río bajo la castaña y respondió.

—Me atrapaste, ¿Pero que necesitas Sam?—Pregunto.

—¿Recuerdas del hombre que te hablé ayer?— Dijo atravez del teléfono.

—¿Tu tío Luis?— Río.

—No, Dios mio, el empresario.— Al escuchar esto tapo su boca.

—¿El psicópata asexual?— Pregunto.

—Sí, ese mismo, me he enterado por mis padres que estará haciendo entrevistas para darle trabajo a más personas.— Arrugó su frente y camino hacia fuera de su casa, para después cerrar con llave.

—¿Porque diablos me dices eso?— Respondió.

—Quería que te enterarás, tal vez así puedas tener un dinero de más para tu universidad, o algo para ti. —Sonrió y pensó en la propuesta de su amiga, Con su grande imaginación pensó en todo lo que podría hacer con ese dinero.

—¿De cuanto es la paga?— Interesada Pregunto, y se subió rápidamente a su auto.

—Veo que te interesa, según mis padres aun no saben de cuanto es la paga, pero es más de mil dólares.— Río ante esto.

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⏰ Última actualización: Oct 01 ⏰

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𝙐𝙣𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙙𝙤𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora