el novio de mi amiga ★ mattwook, mattparkz

uno

lo malo de la resonada frase "pueblo chico, infierno grande" es que era inevitablemente correcta. en los cortos dieciséis años de vida de gunwook, se habían presentado varias situaciones que la afirmaban, como por ejemplo, cuando las dos chicas que había besado en la fiesta pasada eran amigas y se encargaban de fulminarlo con la mirada si lo reconocían por la calle, o cuando se enteraba de que dos conocidos tenían alguna relación familiar.

pero nunca creyó poder encontrarse en la circunstancia en aquel momento. no era un misterio que seok matthew tenía una esencia especialmente única que generalmente provocaba una explosión donde sea que fuera; destruía y reconstruía, hacía y deshacía como él lo desease, por lo menos era lo que se rumoreaba en el pueblo.

ahora mismo, el cuerpo de gunwook estaba rígido por la ansiedad que lo recorría, envenenándolo de a poco, mientras su mejor amiga desde primero de secundaria, danielle, le confesaba, como si todavía fueran dos niños que se confiaban el más recóndito secreto, que en la sala de estar de su cómoda casa, matthew le pidió de una forma ridículamente romántica que fuera su novia.

matthew, seok matthew. matthew era un año más grande que ellos; estaba a unos pocos meses de terminar la secundaria. gunwook lo conocía por los diversos y absurdos festivales que organizaba su colegio con el fin de que los diferentes años estuvieran en paz unos con otros. habían intercambiado ciertas palabras, miradas, interacciones que no pasarían de ser más que eso, pero provocaron que gunwook tuviera que morderse la lengua, sintiendo cómo su boca se secaba, asfixiado, intimidado, deseado. 

nunca había sido tan bueno conservando sus amistades; por distintas o, en realidad, no muy distintas razones, terminaba cortando lazos con las personas que en algún momento decidían acercarse a él. salvo por danielle, ella era una muy buena excepción, pues conocía a gunwook como si fueran uno solo; su alma siempre se había encontrado desnuda y vulnerable por su amiga. él era muy susceptible ante la idea del abandono.

relación, negligencia, renuncia, abandono, desolación, resignación, intoxicación, mutilación, amnesia, indiferencia.

pero estaban hablando de seok matthew.

ese mismo, por lo cual ahora que era pareja de su amiga, su interés se había incrementado el doble. ese mismo por el cual su sueño se disipaba, quitándole una de sus cosas favoritas: poder dormir. ese mismo que no le quitaba los ojos de encima cuando en el receso de clase gunwook caminaba por el patio en dirección al lugar que fuese. ese mismo al que ahora mismo estaría dispuesto a renunciar a su amistad. no le importaba, no le importaba en lo absoluto.

— estoy muy feliz por vos, dan —alcanzó a susurrar mientras su mano se deslizaba hasta la adversa, aferrándose a ella con algo de fuerza. no sabía si ahora mismo era por el sentimiento de ser arrancado de ella o por, secretamente, codicia. 

claro que danielle sabía a qué se refería, como gunwook sabía que únicamente le había dicho que sí a matthew por puro y mero aburrimiento; porque le convenía tenerlo entre la espada y su corazón.

porque cuando finalmente danielle obtuviera lo suficiente de matthew, lo arruinaría; arrancaría cada parte de él hasta que fuera irreconocible. ella solía lograrlo con cada chico con el que temporalmente salía.

lo logró con gunwook, ni siquiera habían salido.

— no me habías dicho que estabas hablando con él. —un suave resentimiento se filtró por su voz.

— ya sé, gun, sabes cómo son las cosas. no quiero comentar nada hasta que sea algo definitivo; de lo contrario, podría escupir para arriba. —danielle habló divertida mientras buscaba la cajetilla de cigarrillos dentro de la bolsa de segunda mano que siempre portaba. lo encendió antes de que gunwook pudiera darse cuenta.

— ¿me lo vas a presentar algún día? —inquirió gunwook mientras recibía gustosamente el cigarrillo ajeno entre sus labios.

— creo que dijo que iba a salir con sus amigos el fin de semana. no lo sé, no le presté demasiada atención, pero si vuelve a salir del tema, seguramente podés venir.

— puede ser, espero que no dejes de pasar tiempo conmigo por él.

aquella noche, en la que gunwook se metió entre las frazadas de su propia cama, fantaseó por horas con la idea de matthew ahí, de matthew con él, en él, sobre él. fantaseó con la idea de presentarlo a su familia y que les regalase la típica sonrisa que lo caracterizaba. fantaseó con matthew siendo su novio, no el de danielle.

claro, eso era solo una idealización, una ensoñación.

rodó sobre el colchón varias veces, cerrando sus ojos con desesperación. su insomnio se apoderaba de toda su anatomía; el sentimiento de culpa, por más mínimo que fuera, repercutía inmediatamente en su cuerpo, provocando que alguna parte doliera. la que fuera.

se sentía inapropiado al asumir que danielle no merecía tanto el amor ajeno como él. incapaz de poder encontrarse feliz por ella, no creía que su amiga tuviera derecho a hacer lo que quisiese con matthew como lo tenía él.

él podía ser mejor; gunwook podía hundir o, así mismo, hacer de matthew el ser más pleno de la tierra, mucho más eficiente que danielle.

gunwook daría lo que fuera por estar con matthew; se pelearía con quien fuera por salir con él. matthew era el novio de su amiga, pero no le importó.