Fenomeno

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La noche fría estaba teniendo su nombre con todo el derecho de título, el viento y las farolas parpadeantes que iluminaban el parque desierto, sin un alma que las recorriera, el sonido del viento que llevaba consigo las ramas de los árboles, haciéndolas chocar, eran dignas de una escena de terror.

Todos querrían estar en casa para ese momento, sin embargo, unos pasos apresurados y una agitada respiración era la que al parecer, protagonizaba en las calles.

—¡Ayúdenme!

Una chica, corriendo y pidiendo por ayuda se encontraba en dirección a una casa que en el pueblo, se rumoreaba estaba embrujada, vieja de más de un siglo y rota de ventanas y paredes de madera.

Tropezando por las escaleras podridas, la fémina pudo llegar a la puerta.

—¡Ayuda! ¡Abran por favor! — golpeando estruendosamente la puerta blanca, se encontró con la adrenalina al tope, más no recibió respuesta.

Cuando sintió una presencia en sus espaldas fue que volteó repentinamente y su respiración se atoró, sintió como inhaló un grito y se aferró a la madera tras ella.

Hasta que esta cedió de tanto pegarse y casi adherirse a la antigüedad blanquecina.

Cayendo de espaldas y sin saber de donde sacó la rapidez suficiente, se levantó y cerró la puerta de golpe, retrocedió viendo esta misma, el cristal sucio y viejo que esta mantenía le mostró como de el otro lado, un sombra se proyectó, segundos después, la puerta empezó a agitarse, avanzó con terror pero con determinación y arrojó una silla en el pomo de esta, obstruyendo El Paso.

Respiro y retrocedió, su pecho se levantaba cada dos por tres buscando absorber el oxígeno que su cuerpo le pedía después de haber corrido por el cementerio abandonado de aquel lugar abandonado.

Si, no fue una muy buena idea que ella y sus amigos fueran a un lugar remoto en medio de la nada en Hallowine, pero ahora era tarde para arrepentirse.

La puerta, por obvias razones, no soporto mucho los insistentes golpes que estaba recibiendo de la parte de afuera de la casa.

La puerta de abrió, de un golpe que asume fue una patada, cedió ante la criatura que se adentró a la casa.

Abrió los ojos y la sangre se fue de su cuerpo, soltó un grito mientras se llevaba las manos a la cara, torciendo los dedos y sin despegar su vista de lo que se acercaba a ella, probablemente para darle el mismo destino que a sus amigos.

La criatura cojeaba y gruñía, sus garras manchadas de carmín goteaban y se estaban elevando lentamente al cuerpo de la chica que se encontraba pasmada y adherida en su sitio.

No había donde correr.

Era su fin.

Se abalanzó sobre ella.

Y se la comió.

—¿Que esta pasando ahora?— una voz ronca y lenta pregunto.

Mastico otro puñado de palomitas antes de contestar sin voltear atrás, donde sabía, su abuela estaba.

—Bueno— trago con dificultad— el Zombie se está comiendo sus sesos — habló tranquilo, sin despegar su mirada del televisor que estaba casi en su cara, ya que estaba en el suelo frente a este, emocionado por este tipo de películas que a el no lo generaban nada.

La mujer de cabellos blancos arrugó el rostro y vio la cabeza de su nieto, confundida por la respuesta tan..

Extraña.

¿Que veían los jóvenes hoy en día?

—Eso no es muy educativo — menciono para después agregar — ¿Por que se los está comiendo?

Paranormal /KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora