Rengoku y shinobu estaban en diferentes lugares de la misión,haciendo frente a diferentes partes de la misma.A medida que avanzaba la misión,cada uno se enfrentaba a sus propias pruebas individuales,pero aun así,sus pensamientos y sentimientos los llevaban de vuelta el uno al otro.
Cada vez que Rengoku tenia un momento libre,se encontraba pensando en shinobu,recordando como se reía,como se enfadaba y como luchaba con fiereza.El deseaba estar allí para protegerla,incluso si ella no lo necesitaba.
De igual manera,shinobu se encontraba en su mente divagando hacia rengoku,recordando como su presencia siempre había sido tan grande y tranquilizadora.Ella se preguntaba como estaba,como iba su parte de la misión.
Finalmente,la misión llego a su fin . se reunieron en la base de la misión, ambos agotados y con algunas heridas aquí y allá, pero con un renovado sentido de propósito y conexión.
En cuanto se divisaron el uno al otro, sus ojos se llenaron de alivio y felicidad. Sin decir palabra, se abrazaron con fuerza, finalmente unidos nuevamente tras la larga separacion.
Mientras se abrazaban, los enamorados se miraron a los ojos, y en ese momento, todo lo que ambos habían estado sintiendo en silencio durante la misión se hizo evidente. Sus sentimientos estaban ahí, en sus ojos, en el modo en que se aferraban el uno al otro como si intentaran transmitir todo lo que no habían podido decirse en semanas.
"Estoy tan cansado de estar separado de ti," el admitio, rodeando su cintura con un brazo y atrayéndola más hacia él.
"Lo sé," murmuró ella, cerrando los ojos y perdiéndose en el momento. "Pero ahora estamos juntos de nuevo."
permanecieron así durante un rato más, simplemente saboreando el momento, sabiendo que estaban a salvo y juntos de nuevo. Alrededor de ellos, los otros cazadores de demonios los observaban con una sonrisa cómplice, pero estos estaban tan absortos el uno en el otro que apenas notaron su presencia.
Finalmente, se separaron, pero aún así se aferraron la mano con fuerza, como si tuvieran miedo de volver a separarse.comenzaron a caminar, sin soltar las manos, y los otros cazadores de demonios se miraron entre sí, sabiendo que finalmente estaban donde pertenecían: juntos.
Mientras avanzaban, ellos comenzaron a reír y bromear entre ellos, como solían hacerlo. Su conexión había crecido aún más fuerte durante su tiempo separados, y ahora parecían estar aún más conectados que antes.
La misión había sido difícil y agotadora, pero la habían completado con éxito, demostrando una vez más que eran un equipo poderoso y eficiente. Pero, más importante aún, se habían dado cuenta de cuánto se necesitaban uno al otro, y cuánto habían extrañado la presencia del otro a su lado.
Conforme la noche avanzaba, Rengoku y Shinobu siguieron hablando y riendo, compartiendo historias de sus experiencias separadas durante la misión. No querían que el momento terminara, pero finalmente tuvieron que despedirse hasta el día siguiente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
