Capitulo 9

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FELIX

Me tumbo en la cama, mirando al techo. Este lugar es agridulce. Sé que estando aquí puedo ver a Hyunjin, pero cuando no está, lo odio. Se ha esforzado por estar más por aquí, viniendo antes de que empiece su turno y quedándose hasta más tarde. Hoy, dijo que tenía algunas cosas que tenía que manejar.

– Felix – Jihyo dice mi nombre mientras llama a mi puerta abierta.

– ¿Si? – me siento en mi cama mientras se acerca.

– Hay un detective aquí que quiere hablar contigo.

Me retuerzo los dedos porque no quiero hablar con nadie sin que Hyunjin esté ahí.

– Vamos – Jihyo me hace un gesto para que la siga, pero dudo.

– ¿No crees que el Dr. Hwang debería estar aquí si voy a hablar con alguien? –.

Frunce las cejas, confundida. – No, no creo que sea necesario.

Aprieto los labios para no hacer otra pregunta. Para empezar, no debería haber preguntado eso. No necesito llamar la atención sobre lo que hemos estado haciendo los dos.

Sin protestar, la sigo hasta su despacho. La detective Shin Ryujin ha vuelto y me saluda con una sonrisa. Me tranquiliza bastante, pero sigo nervioso sin Hyunjin aquí.

– Felix, tengo noticias – me dice, y su sonrisa vacila.

– ¿Buenas o malas? – el alivio que sentí al verla desaparece y vuelvo a estar al límite.

– Un poco de las dos cosas. Por eso he venido hoy. No quería que el hospital te diera el alta sin ponerte al día de los últimos acontecimientos. – ¿Darme de alta? No esperaba que dijera eso.

– Efectivamente, tu abogado hizo que se agilizara el proceso. El papeleo del sistema puede alargarse, pero él consiguió que las cosas avanzaran.

¿Qué? No sabía que tenía abogado, pero no voy a decirlo en voz alta. Mi primer pensamiento es que podría haber sido alguien que Hyunjin contrató para mi.

– ¿Y mi abogado consiguió que me dieran el alta del hospital? –.

– Consiguió que retiraran todos los cargos – dice con una satisfacción de la que no estoy segura de hacerme eco.

– ¿Así que ya no tengo que ir al juzgado? – me enviaron aquí, a Miroh, en lugar de a la cárcel, pero aun así tenía que ir al juzgado por los cargos de agresión. No había fianza, no es que alguien la hubiera pagado por mi.

– Tal vez, pero eso es parte de lo que quiero hablar contigo. Hablé con algunos alumnos más de tu escuela que también habían tenido problemas con Park y habían presentado denuncias. Con esa información, pude desarrollar un caso convincente contra él.

– Eso es bueno. De acuerdo, hasta ahora nada de esto suena a malas noticias.

– Para poder ver las denuncias anteriores, tuve que conseguir una orden para los registros de la escuela. Creemos que una vez emitida, Park fue avisado con antelación.

– De acuerdo...

– Después de reunir todo y hablar con algunos antiguos alumnos de la escuela, supe que tenía suficiente para una orden de arresto y una orden para su casa. Pero cuando llegamos ahí, ya se habia ido.

– ¿Así que está huyendo? Quiero decir, apesta que no lo atraparan, pero al menos está fuera de la escuela.

– Lo está, pero hay más. ¿Quieres sentarte?

– De acuerdo, supongo que sí – me dejo caer en una de las sillas, preguntándome qué otra cosa podría ser tan mala. Al menos todo esto suena bien para mí. Toma asiento en la silla frente a mí, y su expresión es seria.

– Tenemos razones para creer que Park está un poco obsesionado contigo. Hemos encontrado cosas en su casa que nos preocupan – la detective Ryujin se remueve en su asiento y me doy cuenta de que se siente incómoda con lo que está a punto de decirme.

Sus dudas solo aumentan mi curiosidad – ¿Qué tipo de cosas? –.

– Quizá sea mejor que te lo enseñe – Ryujin coge una carpeta del escritorio y saca una foto.

Cuando se la cojo, estoy confuso. En su totalidad, parece una especie de altar con mi foto en el centro. Hay velas alrededor y, cuando miro más de cerca, puedo distinguir algunas de las otras fotos. Cuanto más miro, más se me revuelve el estómago. Hay una en la que salgo en mi dormitorio mientras estoy semi desnudo.

– ¿Qué es eso? – no estoy seguro de querer saberlo, pero señalo el montón de cosas que hay delante del altar.

– Creemos que es tu ropa interior – dice Ryujin.

– Qué asco – le devuelvo la foto, completamente aterrado. Park era asqueroso, y esto es otro nivel.

Pienso en lo que diría Hyunjin al respecto, y luego me lo imagino dedicándome un santuario. Por alguna razón, eso suena sexy, y me parecería bien. Tal vez encerrarme aqui no fue la peor idea.

– Si, por eso quería avisarte. No sé si vendrá a buscarte o si se dirige fuera del estado. Tiene un par de lugares donde esconderse, así que podría estar huyendo. En cualquier caso, pensé que era mejor informarte.

– Gracias – digo, y mis hombros se hunden.

– Aquí tienes mi tarjeta – Ryujin se levanta y me la tiende. –  Quiero que me llames si notas algo raro. O incluso si quieres que te ponga al día de lo que está pasando.

– De acuerdo – digo y la veo marcharse, luego me guardo la tarjeta en el bolsillo.

– ¿Estás listo para salir de aquí?– Jihyo me tiende una bolsa y sonríe como si fuera un billete a Disneylandia.

– ¿Ahora mismo? Todo está sucediendo tan rápido que no puedo procesar la salida.

– Ya no eres una paciente de aquí, Felix – me dice suavemente mientras cojo la bolsa.

Cuando la abro y miro lo que hay adentro, veo que es todo lo que traía. No es gran cosa. La ropa que llevaba, el móvil y la cartera.

– Lamentablemente no puedo dejarte volver a tu habitación. Es una medida de seguridad porque ya no eres paciente – dice y señala la bolsa con la cabeza. – Pero puedes cambiarte aquí y nos vemos en el pasillo. – Asiento y Jihyo cierra la puerta para que pueda desvestirme.

Es extraño ponerme el uniforme del colegio, pero es lo único que tengo. Cuando intento encender el móvil, no funciona, así que lo vuelvo a meter en la mochila. ¿Qué demonios voy a hacer?

Cuando termino de vestirme, Olivia me espera fuera de su despacho. – ¿Y ahora qué? –

Se acerca a la puerta de salida y la golpea con su placa. Cuando suena, me abre. – Bajarás por estas escaleras a la primera planta. No te preocupes, no puedes acceder a las otras plantas sin autorización.

– ¿Y el Dr. Hwang? Me ha estado ayudando.

– Ya no tienes orden judicial de ver a un psiquiatra – no está siendo mala, solo está exponiendo los hechos.

– Pero, ¿y si quiero? –  La idea de irme sin hablar con Hyunjin me da pánico.

– Trabaja para Miroh Asylum, Felix. No puede ver pacientes fuera de este centro – me mira con simpatía, pero luego consulta su reloj como si tuviera otras cosas que hacer.

– De acuerdo –  digo, sintiéndome derrotado. Si presiono demasiado para hablar con él, podría levantar una bandera roja. Lo último que quiero es meterle en problemas. Ha sido mi salvación mientras estuve aquí, y pensé que había algo más entre nosotros. ¿Me equivoqué?

No me queda más remedio que hacer lo que dice y tomar las escaleras. Al salir de Miroh Asylum, mi corazón se encoge de tristeza y pérdida. Para colmo, cuando salgo, el sol se está poniendo. Nubes grises y oscuras se ciernen rápidamente sobre mi y siento que una gota de lluvia me golpea en la mejilla.

Lo único que puedo hacer es alejarme, así que pongo un pie delante del otro. Al salir, me siento más solo que nunca.

The good boy - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora