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En los pasillos del campus, ___ no pudo evitar sentir que su mirada se dirigía hacia Sungho. Era un chico destacado en su clase de historia, su inteligencia y su buena apariencia lo convertían en el tema de muchas conversaciones en voz baja entre sus compañeros de clase.
___ no tenía vergüenza de sus actividades. Aprovechaba cada oportunidad para interactuar con Sungho, ya fuera ofreciéndole un lápiz durante una conferencia o dándole bocadillos de manera casual cuando lo veía pasar el rato con sus amigos. Cada encuentro estaba pensado ___ usaba formas coquetas para atraer a Sungho más profundamente a su órbita.
No pasó mucho tiempo hasta que la gente del campus pareció reconocer el derecho tácito de ___ sobre Sungho. Ella lo había marcado como su territorio y cualquiera con ojos podía ver la inconfundible conexión que se estaba gestando entre ellos.
Sus amigos en común, Leehan, Taesan, Jaehyun, Woonhak y Riwoo, eran muy conscientes de la atracción no tan secreta que sentía ___ por Sungho. Les divertía burlarse de ella por eso.
"¿Cuándo vas a dejar de molestarlo y hablarle apropiadamente?", insistía Leehan, con un brillo burlón en sus ojos
___ simplemente se reiría y pondría los ojos en blanco, pero en el fondo sabía que sus amigos tenían razón. Ella y Sungho aún no habían intercambiado más de unas pocas frases a la vez.
Lo que ___ no sabía es que sus amigas habían elaborado un plan para cambiar eso. Todo comenzó con una sugerencia aparentemente inocente de estudiar juntas en la biblioteca. ___ aceptó de inmediato, siempre dispuesta a aprovechar la oportunidad de pasar tiempo con sus amigas.
Lo que ella no sabía era que también habían extendido la invitación a Sungho, preparando el escenario para un encuentro no tan casual.
Cuando ___ llegó a la biblioteca, se emocionó al encontrar a Sungho ya allí, con el ceño fruncido en señal de concentración mientras miraba un grueso libro de texto. Sintió una oleada de emoción ante la oportunidad de estar a solas con él. En ese momento, Sungho levantó la vista y la miró a los ojos.
—Hola, ___ —saludó Sungho con una cálida sonrisa —. Los demás dijeron que tal vez me acompañarías a estudiar.
—¿Lo hicieron? —respondió ___, deslizándose en el asiento junto a él con una sonrisa juguetona—. Entonces, ¿qué estudiaremos hoy, señor Park?
Sungho se rió entre dientes. "En realidad, me vendría bien tu ayuda con algo"
"¿Cómo puedo ayudar?" preguntó ella dejando su bolso en el suelo.
Sungho deslizó hacia ella el libro de texto que había estado leyendo.
"Esto es para mi clase de psicología, pero no encuentro nada útil en los nuevos libros de texto. Me preguntaba si podría tomar prestado el tuyo, al menos hasta que pueda conseguir otra copia del año pasado".
