Punto de vista de Suguru Geto.
El intermitente y agobiante sonido de la alarma indicaba el comienzo de otra jornada escolar.
Otra alba innecesaria.
Pensé, apagando la alarma al momento y buscando entre mis pertenencias cercanas el celular Nokia para así encenderlo y revisar solo unos momentos.
Varias notificaciones marcaba la aplicación de mensajería, dejó de darme ánimos el revisar los mensajes diariamente cuando todos eran iguales. Recordatorios de tareas diarias, reclamos de la escuela o en su mayoría spam en mi correo.
Hace tiempo dejé de creer que me levantaría y vería los mensajes que verdaderamente quería ver.
Pero.
¿Que quiero ver?
¿Que quiero en realidad?
Era inútil y fantasioso pensar en que una solución llegaría de la nada, y mucho menos teniendo en cuenta que ni yo mismo sabía cómo solucionarlo.
Mi visita a un especialista de la mente ya me había dejado en claro eso, no sé que quiero. Ni tampoco un hombre cualquiera y cotidiano podría saberlo.
Fue una visita inútil y un gasto de tiempo y de dinero, no lo culpo, es mi culpa creer que él podría decirme algo nuevo, algo que ya no supiese.
Perdí mis habituales 15 minutos revisando y revisando mensajes, pese a mi nulo interés contestaba a todos de buena forma.
Mi estado no debería porqué afectarles.
Tampoco les importará.
Mi mañana seguía junto a un desayuno mientras contemplaba las vistas desde el balcón de mi departamento, el aire fresco tampoco era capaz de disipar ninguna duda ni aclarar los vacíos oscuros, el café tampoco me sirve para tener un mejor rostro frente al espejo pero igual lo bebo, la ciudad está bajo un cielo celeste de verano, pero los edificios son grises, y los sigo viendo igual pese al reflejo en las ventanas.
Tampoco pienso especialmente en algo, solo me aseguro de terminar mi desayuno.
Tras eso, voy al baño a arreglar mi descuidada higiene, no me gusta que la ducha dure más de dos minutos, me perturba escuchar otra vez los aplausos confundirse con el incesante goteo de la ducha.
¿Que aplauden?
¿Les parezco gracioso?
De seguro me veo como un payaso, no?
Solo ellos no son capaces de comprender, por que gasto mis energías en siquiera hacer algo por ellos?
Sucios m. . . Odio a la gente.
Mi higiene sigue, me cepillo los dientes, observo unos segundos mi agotado rostro mientras con sumo cuidado arreglo mi cabello.
¿Las ojeras no se van? Que molesto, duermo 8 horas, estoy seguro de eso, se ven horribles.
Puedo parecer cansado y me preguntarán, que fastidio.
. . .
Pero nadie me ha preguntado. . .
Solté un chasquido que reflejaba mi molestia solo ante mí mismo y salí del baño una vez terminé de peinarme, ya me había cambiado al uniforme que usaba como de costumbre.
Mi billetera.
Mis llaves.
Mi celular.Todo listo. Dejé atrás el sonido de las agujas del reloj que inundaba a mi vacío departamento y salí del lugar, bajando sin cansancio alguno los 7 pisos que era donde se encontraba mi residencia hasta por fin salir del edificio y llegar a la calle.
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"No, no estoy bien"
Truyện NgắnNo importa cuanto se esforzase, por más que quisiese cambiar desde el fondo de su corazón, no podía hacerlo. Nunca se consideró un tonto, pero por qué entonces sufría por algo que si era capaz de comprender? Su nublada cognición no le permitió dar...