La historia de una familia de mujeres trabajadoras de un campo del sur de Chile, en un entorno generalmente dominado por los hombres. En ese lugar tienen una lechería con la que han salido adelante apoyándose unas a otras.
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Hilda Bravo Es la más terrible de las Bravas, siempre con rifle en mano. Una mujer dura, que mira a los ojos. Intimidante y de lenguaje directo. Con comentarios mordaces a flor de piel. Estudió para ser profesora, y llegó a la zona con la idea de trabajar en un colegio rural, donde se enamoró de un gran hacendado. El hombre le ocultó que era casado y cuando ella quedó embarazada, éste le pidió que fuera su amante y le contó su historia. Hilda tomó su rifle y lo amenazó: o se iba o lo mataba. Él, por supuesto, desapareció.
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Emilia Bravo Atractiva, astuta, resuelta, de carácter fuerte y con ideas claras. Lo que se propone, lo cumple. Está dispuesta a todo por proteger a sus hijas, y tiene el genuino deseo de mantener unida a sus cercanos. Emilia siente que el campo y su familia, son su responsabilidad. Una de sus metas es mantener a sus niñas lejos de los hombres que pudieran causarles dolor o burlarse de ellas. Ha dejado en el olvido a su amor de juventud, Manuel, que de un día para otro salió con un domingo siete y le contó que había dejado embarazada a otra mujer. En ese mismo momento Emilia lo dejó. Él le rogó que lo perdonara. Ella no podía asumir el romance por miedo a su madre, se pelearon, él decidió casarse con la mujer que estaba embarazada del que después fue su hijo Felipe. La hija de Hilda con sus trancas y sus maldiciones, se retiró para buscar el amor en otra parte. Al poco tiempo, Emilia empezó a salir con Francisco. Manuel estaba convencido que esto era un despecho y que pasaría pronto, pero Emilia se casó con Francisco ante el impacto de su expareja.
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