"El verdadero desafío no era organizar una boda perfecta, sino lidiar con los sentimientos que amenazaban con destruir todo lo que Lance había construido."
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La segunda vez que Lance se reunió con la familia Pérez-Verstappen fue dos días después de la primera vez. Esta vez con la familia completa.
Esta vez, fue recibido por un omega rubio, que sonreía con más amabilidad de la que Lance había esperado.
—Hola, soy Logan. —el omega sonríe dejándolo pasar
—Lance Stroll.
—Te están esperando en la sala. —el joven lo guía
Lance asintió agradecido, ajustando su carpeta con las propuestas que había preparado tras la primera reunión. Al llegar a la sala entendió las palabras de Arthur al decir que eran demasiados. Sergio y Max tenían 13 hijos.
—Ah, Lance, justo a tiempo —dijo Sergio con una sonrisa al verlo entrar—. Estamos listos para discutir los próximos detalles.
El canadiense toma asiento asintiendo.
—Te presento a mis hijos. Patricio, el mayor, ya lo conoces; Yuki, Amna y Logan son un año menor que él. Luego están Liam y Hamda, dos años menores que Pato. Franco y Emely son tres años menores. Chequito tiene 6, Carlota y Luka tienen 4, Emilio tiene dos años y Emilia es nuestro bebé. —indica el alfa a cada uno mientras carga a su hija
—Es un placer conocer a toda la familia —habló Lance manteniéndose profesional—. He preparado algunas propuestas que reflejan lo que discutimos en nuestra primera reunión, pero me gustaría que todos tuvieran la oportunidad de opinar y hacer ajustes si es necesario. Luego consultaré con el joven Leclerc.
—Ay hermanito, siento pena por ti. —Franco palmeó el hombro de Patricio con burla
—Gracias por la confianza, Franco —respondió Patricio con tono irónico—. Aprecio el apoyo.
—Nadie te mandó a irte de parranda. —sonríe Franco, mientras sus hermanos trataban de reprimir risas
—Sí, gracias por recordarlo, Franco. Ya lo tengo bastante claro. —respondió Patricio con exasperación y resignación
—Deja de molestar a tu hermano. —pide Max y su hijo asiente
—Está bien, ya me callo. —respondió Franco, aunque aún esbozaba una sonrisa divertida
—Puedes continuar, Lance. —avisa Sergio con una sonrisa divertida— No dejes que te interrumpan o nunca terminaremos.
—Gracias, señor Pérez —respondió Lance—. Como mencioné antes, he preparado algunas propuestas para la decoración y los arreglos florales. Ya hemos hablado de las flores principales, pero también quería discutir el diseño general de la ceremonia y la recepción. He pensado en una paleta de colores neutros con toques dorados y plateados, como base para un estilo elegante pero no ostentoso.
Todos miran a Patricio esperando que diga algo o que opine.
—La verdad... —comenzó, aclarando su garganta— Me parece bien la propuesta de Lance. No quiero nada demasiado extravagante, pero tampoco algo que se vea simple o aburrido. Creo que los detalles dorados y plateados podrían darle ese toque especial sin que sea demasiado.
