4 lisa's mind: soo = ugh

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Jisoo estaba enamorada de mí.

Me lo confesó hace dos años, una tarde lluviosa mientras servía el té. Inició como una plática normal y, de alguna forma, logró que surgiera así.

—¡¿Por qué siempre me besas las mejillas, Jisoo?!—había dicho yo, molesta por su insistente toque.

Invadía mi espacio. Siempre lo hacía. Y parecía encantarle llevarme al límite de la desesperación.

—Porque me gustas.—respondió suave, mirándome con ojos tranquilos.—Porque estoy locamente enamorada de ti.

No supe qué decir, porque yo no la veía así. Pero Jisoo no me dio tiempo para analizarlo un poco más. Jisoo volvió a besarme las mejillas y simplemente fue hacia la cocina en busca de azúcar para su bebida caliente.

Regresó como si nada, me habló como si nada. Actuó, hasta el día de hoy, como si jamás me hubiera confesado su amor.

Al inicio me agobié porque no era ideal que una chica que únicamente veía como amiga sintiera cosas por mí, pero Jisoo era cálida, amable y me hacía olvidar de momentos lo que alguna vez me aterrorizó.

No debía preocuparme por rechazarla. Jisoo nunca insistió.

Pero actualmente, cuando venía y me besaba, nuevas sensaciones parecían atacarme.

Y lo odiaba.

Odiaba el nerviosismo, las ganas de que no se separara. Lo bien que me sentía cuando me decía lo mucho que me quería. Odiaba que ya no me molestara cuando invadía mi espacio personal y eso era lo peor que podía pasar.

—Te traje unas flores—Llegó a mi casa sin preguntar, sin llamar, jurándose la dueña de mi hogar.

—¿Flores?

—Es que las vi y pensé en ti—se sentó a mi lado, en el sofá.

Estiró los brazos y el ramo se encontraba sobre mi nariz.

Las tomé inquieta, observándolas lentamente. Bellas, esa era la palabra. ¿En serio Jisoo pensaba en mí cuando veía aquella maravilla?

El estómago se me revolvió y quise tirárselas en la cara. No era justo.

—Como sea.—las dejé de lado, con esfuerzo.—¿Irás esta noche?

Roseanne y Jennie, nuestras mejores amigas que eran compañeras de cuarto, nos habían invitado a comer pollo frito a su departamento para pasar el rato.

—Por supuesto.

—Bien.

No dije más y subí el volumen de la televisión, intentando ocultar los feroces latidos de mi corazón cuando Jisoo sujetó mi mano con cariño.

Siempre lo hacía.

Siempre le reclamaba.

Pero esa tarde, por más que intentara, no fui capaz de soltarla.

La quería a mi lado.

A las ocho de la noche toqué la puerta de la residencia Kim-Park. No eran pareja pero a veces actuaban como una, solo a veces, pues solían comportarse como traviesas mejores amigas también.

—¡Bienvenidas!—Canturreó Roseanne con su voz grave, saltando de emoción cuando vio la botella de Soju que traía Lisa en sus manos.

Pasamos y Jennie nos recibió con una sonrisa, riendo al ver a la rubia como si hubiera ganado la lotería con aquella botella de alcohol.

—¿Nos emborracharemos acaso?—cuestionó tiempo después la pelinegra, dejando el pollo frito sobre la mesa.

—¡Por supuesto que sí!—esa fue Jisoo.

Jisoo in my thoughts (ugh) | LisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora