Había dos cosas buenas de estudiar en PITDEM. La primera es que el gobierno de tu país pagá tu educación y te consigue trabajo. La segunda es que el gobierno te mantiene mientras estés estudiando.
Pero ahí se acaban las cosas buenas, de hecho cuando te conviertes en el jefe de grupo de una clase de adolescentes con hormonas a tope pasan de cosas buenas a cosas pasables.
–¡Amor! ¿¡Podemos comprar este cereal de dinosaurio!? ¡Dice el empaque que tiene un juguete!– Un joven de largo cabello blanco apareció en la esquina del pasillo con una sonrisa, en sus manos llevaba una caja de cereales color verde, con grandes sellos de exceso de azúcar en sus lados– ¡Y dice aquí que no pasa del límite de azúcares añadidos que Hiro me explico!
Añádele a eso un subjefe de grupo tan intenso como el suyo y las cosas buenas pasan de pasables a menos que aceptables.
–No– Fue toda la respuesta, no había porqué dar más explicaciones, no, era no y punto. –Y no me llames amor.
–¡Pero cariño! ¡Siempre llevamos del otro cereal! Hay que variar–
–Deja de llamarme así– No iba a cambiar de opinión, no importaba que tantos ojitos de cachorrito hiciera o incluso si se ponía a llorar en medio de un pasillo del supermercado, ya es casi un adulto, no debería comportarse así, lastimosamente la sociedad se lo perdona, los privilegios de tener cara bonita.
–Pero amor…– El joven flotante lo intentó de nuevo sin éxito, su compañero tomó lo que necesitaban de ese pasillo y siguió adelante. Suspiro y con su mano hizo flotar la caja de cereal de nuevo a su lugar, con ojos tristes lo siguió. Está era su rutina desde que ambos asumieron sus respectivos puestos, los profesores siempre ocupados no podían hacer todo, los alumnos eran los encargados de hacer la compra de la semana, no podían salirse del presupuesto, pero esa era la única regla, el resto dependía de ellos totalmente.
Nero siempre fue un hombre responsable, que lo eligieran como jefe fue la opción más sensata… elegir a Yayami como subjefe no fue tanto. Mientras uno era la personificación de un soldado modelo el otro era la razón por la que todos dicen que las bonitas son estúpidas.
–Corazón compremos fresas, Hiro dijo que compramos fruta–
–Amor mío ¿Podemos llevar jabón con olor a rosas en lugar del neutro?–
–Bebe ¿Me compras estás pegatinas?... ¿¡Porque no!?–
–Mi alma ¿Podemos…–
Respiró hondo para calmarse, ya estaba acostumbrado a estás cosas, todas las semanas era lo mismo, Yayami no podía cerrar la boca un rato, a veces se arrepentía de sacarlo a comprar, si no fuera porque cargar bolsas con las compras de 25 personas el solo era absolutamente imposible…
–Que lindo es el amor joven– La voz de una mujer detuvo su tren de pensamientos, una señora se reía de ellos desde un pequeño puesto lleno de panes de colores. –No seas malo con tu novia, se ve que te quiere mucho–
Su ceño se arrugó ante las palabras. –Él no es– –¡No soy una chica! ¡Y no soy su novia! ¡Soy su novio!– Una vena salto en su frente, ¿No le había dicho que dejara de decir tonterías a ese idiota de cara bonita?
–¡Oh! Mis disculpas, ya no veo como antes– La mujer se rió y Yayami se acercó a ella para empezar a reír también, Nero soltó un suspiro y abrió la boca para corregir, pero la mujer pellizco una de las mejillas de Yayami entre risas –Son una linda pareja, tienen suerte el día de hoy, tenemos una promoción, si vienes con tu pareja en la compra de cualquiera de nuestros productos puedes llevarte un bote de mermelada artesanal totalmente gratis, ¿Que le parece joven? No sea malo, se ve que su novio es muy dulce, ¿Porque no le compra algo igual de dulce que el?
–Princesa ¿Que vas a querer?– La actitud del joven cambio, miro a su compañero y se acercó al puesto, la sonrisa de Yayami se ensanchó y se colgó del brazo del más alto.
–¿Enserio me vas a comprar algo?– Pregunto el joven de ojos rojos con una gran sonrisa, su compañero asintió y la mujer sonrió mientras sacaba una cámara.
–Adelante joven, tome su producto y sonría para la foto– La señora los apunto con la cámara, Yayami tomo un paquete de donas decoradas como ositos de colores y Nero paso uno de sus brazos alrededor de la cintura de su pareja y la mujer les tomo una foto, pronto tomaron su bote de mermelada y la mujer les tomo otra foto.
–Muchas gracias por su compra jóvenes, tengan un lindo día– Con una sonrisa y un asentimiento ambos se despidieron, Nero miro al peliblanco más bajo con duda, no había dicho nada despues de irse del puesto, eso era extraño, Yayami nunca se queda callado, incluso cuando pagaron no hablo, ni insistio en comprar nada a la salida, Nero entró en duda, ¿Se habrá enojado? No debería, el siempre hace bromas de este tipo, que Nero lo usará para su beneficio no debería importarle.
Respiró hondo y abrió la boca para hablar, pero de su boca no salió nada, después de todo no tenía nada por decir.
–Entonces, ¿Novios?– Escucho de repente, Yayami se pegó a su brazo otra vez, la mirada de Nero cayó para ver los brillantes ojos de su compañero de clase, brillaban como dos rubíes bajo la luz del sol y sus mejillas estaban cubiertas de un polvo rosa pálido y sus labios tenían una pequeña sonrisa tímida. No era la primera vez que veía esa cara, tampoco era la primera vez que veía esa expresión, pero no significaba que el efecto fuera menor que la vez anterior.
–Silencio, solo fue por la mermelada– Resoplo y volteo la mirada, sus mejillas se tiñeron de rojo, pero no lo aparto de su lado. –Ayudame a llevar las bolsas en lugar de estar diciendo tonterías.
–Bueno…– La sonrisa en su rostro se ensanchó a pesar de las duras palabras, una de sus manos se levantó y con ella las bolsas de la compra comenzaron a flotar, Nero comenzo a caminar hacia la salida y Yayami lo siguió colgado de su brazo. El mas alto frunció el ceño pero no lo aparto, solo miro su ticket de compra revisando que llevarán todo, el más bajo por su parte tarareo contentó. –¿Entonces si me compras mi pegatinas?
–No. Ya te compre un paquete la semana pasada por internet, espera a que llegue a casa.–
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Flufftober2024
RomanceVolví después de mil años, solo para publicar cosos de personajes olvidados por cualquiera que se respete los ojos.