𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐 || 𝑬𝒏𝒛𝒐 𝑭𝒆𝒓𝒏𝒂𝒏𝒅𝒆𝒛

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Enzo va bajando sus besos por el centro de mi cuello, hasta que llego a la parte en la que la camiseta que yo tenía no lo dejaba avanzar más abajo, siento su mirada buscando una aprobación que di con mi cabeza. Me saca con un poco de mi ayuda la camiseta y así yo quedar en corpiño

Parecía más contento después de verlas menos cubiertas, pasa su lengua por en medio y las redondea en las curvas de cada una, nunca había sentido nada cuando me tocaban o hacían algo en esa zona pero supongo que Enzo lograba todo.
Después para de hacer todo y me agarra del mentón para que de un beso y después seguir, pasando su lengua en lo poco que llegaba de mi abdomen, no podía más y sin dudarlo me desabrocho el corpiño, dejando mis tetas libres y dejando a enzo sorprendido

-Chúpalas- le dije en mi estado mas caliente posible, se me fue la vergüenza en todos los sentidos

No le tuve que decir más y Enzo empezó, un leve gemido pegue cuando su caliente lengua tocó mi frío pezon, hacía movimientos circulares con su lengua y con su mano me apretaba la otra teta, Estaba con el placer a flor de piel

-Ay, seguí por favo Enzo- le dije casi rogándole y para

Parecía al propósito, lo miré desconcertada y el solo se rio

-Anda a cagar enzo- le dije para salir de encima de el e irme hacia al baño a estar lejos de el

Pero el fue más rápido y cuando entró al baño, entra conmigo y cierra la puerta con llave que se la guarda en el bolsillo, Lo miraba con confusión, el no me dijo nada y me dio vuelta bruscamente para mirarme por el espejo, me destapa devuelta las tetas y con una sonrisa de egocéntrico me baja el short, quedando en tanga

-Tanto te vas a hacer la enojada?- me dice para pegarse a mi y sentirlo cada vez más duro

-Si siempre te cumplí todo a vos- se apoya todavía más y su mano baja hasta mi abdomen bajo pasando su dedo índice por toda mi linea, las cosquillas mezcladas con placer me hacían tirar mi cabeza hacia atrás y gemirle al oído, otra vez yo soy la que agarra su mano y hago que la meta adentro de mi tanga, sintiendo un risa de el en mi oído y con su mano libre agarra mi brazo y lo deja bloqueado

Sus dos dedos están apoyados sobre mi clitoris, esperando a que el se digne a moverlos, yo como puedo le paso mi lengua por todo el cuello con la intención de ponerlo más duro de lo que estaba

-Si me das la verde ahora, Te doy en toda la noche- me dice para mírame con cara de malo por el espejo apretando sus dedos contra mi clitoris y su mano en mi teta, Haciendo que mi decisión sea más difícil de decidir por el placer