Bookstore boy

Special boy

Capitulo XIII

Aidan me había regalado un libro.

El sabía lo grande que era mi gusto por los libros, por supuesto soy la chica de los libros, pero no tenía en mente que me fuera a regalar uno y menos bajo una noche estrellada.

El libro que me había regalado se titulaba 'Antes de Diciembre' de Joana Marcús, uno de mis libros más pendientes y más esperados por leer, y también era uno de los libros que yo había puesto en mi lista de
"Libros pendientes por leer y por comprar".

Tenía una lista en la cual yo apuntaba los libros que me llamaban la atención y en un futuro planeaba comprarme. 'Antes de Diciembre' estaba en la lista de los primeros diez.

¿Pero sería posible que Aidan...?

-¿T-tú lo compraste solo por mí?-a pesar de que le había hecho una pregunta a Aidan mi mirada seguía estando en el libro.

-Bueno, eres la chica de los libros, mi chica de los libros.

Su chica de los libros.

No pude evitarlo y me abalancé sobre Aidan para abrazarlo, a lo cual al principio se lo tomó por sorpresa pero enseguida me lo correspondió.
Por primera vez agradezco que se me haya perdido un libro para haberlo encontrado a él.

-Espero que está noche haya sido de tu agrado chica de los libros-acerca sus labios a mi oído sin deshacer el abrazo.

Tenlo por seguro que sí.

-Te aseguro que lo fue-levanto mi mirada para verlo.

-Son las 12:00am-le da un vistazo a su reloj-¿Gustas que te lleve a tu casa Cenicienta?

-Porfavor porque no vaya a ser que mi carruaje se convierta en calabaza-contesto con una leve risa, a lo cual a él también le hace gracia ya que segundos después lo escucho reír.

-Entonces alístese para que no llegue tarde a su castillo.

Como amo a este chico.

-Gracias por hoy-le agradezco con una sonrisa.

-No es nada, para mí un placer sacarte una sonrisa y un honor estar contigo.

Deposita un cálido beso en mi frente.

-¿Así que, bajamos?-extiende su mano para después ofrecérmela.

-Claro-tomo su mano, no hace falta pensarlo dos veces para hacerlo.

El camino escaleras abajo estuvo callado, a excepción de miradas que Aidan me dedicaba y que pude captar.
¿Estará consciente de lo que con una mirada puede provocar?

Últimas escaleras abajo antes de soltar mi mano Aidan me mira antes de hablar.

-Iré por mis llaves, en un minuto regreso.

Aunque dijo que no tardaría más de un minuto para ir y venir aún así lo esperé en el sofá de la sala, y mientras él venía creo que podía hojear un poco el libro. Y eso hice hojeé las primeras páginas de este mismo, y sin poder contenerme empecé a leerlas.

-Debe de estar interesante el libro para que ahora comiences a leerlo-la voz de Aidan se hace presente en la sala.

Levanto la mirada de la página que estaba leyendo y la dirijo a Aidan quien estaba parado de brazos cruzados recargado en la pared observándome con una ancha sonrisa.

Estoy segura de que lleva rato ahí parado.

En mi defensa no le des un libro a una lectora y esperes que no lo lea.