Capítulo Único

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Inosuke no es un idiota.

Él también se cuestiona muchas cosas.

Por ejemplo, se pregunta cómo estará el clima ese día.

¿Cuántos días faltaran para su cumpleaños?

¿Qué tendrán para la cena?

¿Dónde se habrá metido su cuervo?

Cosas de vital importancia, pero últimamente una vaga cuestión invade su cabeza...

¿Cuándo Gonpachiro y él van a aparearse?

La pregunta comenzó a fastidiarle hace unos días, cuando Zenitsu se apareció con una cara, según él, estúpida en la casa de la cima de las montañas donde ahora solo vivían él y el pelirrojo semanas atrás.

-Hehehe- Reía el rubio mientras sujetaba sus mejillas sonrojadas y se balanceaba de lado a lado.

Nezuko que también estaba de visita, justo en ese momento acompañaba en la cocina a su hermano para preparar té y servir los bocadillos dulces que traían.

La guerra con los demonios ya había culminado hace dos años y por fin podían tener su merecido descanso y el regreso a una vida cotidiana y tranquila.

-¡Argh! ¡Ya estoy harto!- No tuvo reparo en tirarle lo primero que encontró a su alcance para callar esa irritante risa.

¡Crack!

-Inosuke, Zenitsu- Tanjiro les gritaba desde la cocina al escuchar un fuerte estruendo- ¿Todo bien por allí?

-¡Noo! El puerco me...- Inosuke le cubrió la boca al soplón.

-¡Todo en orden!- Le indico que guardase silencio, no quería quedarse sin merienda solo por no comportarse como una persona "civilizada".

-¿Qué te pasa, tarado? ¿Por qué te molesta que sea feliz?- Terminó sin acusarlo y ahora intentaba sobarse el gran chichón que tenía en la cabeza, producto de un cuenco vacío de arroz que le lanzó.

-¿Estás feliz?- No era bueno leyendo la atmósfera, menos lo iba a ser descifrando emociones con facetas nuevas- ¿Y por qué?

-¡Gyaah~! Ya que preguntas...- Y volvía su expresión- Nezuko-chan y yo hemos pasado la noche juntos.

-¿Y eso qué?- No entendía- También duermo con Monjiro y no por eso pongo cara de desquiciado.

-Hehe- Lo empezó a mirar hacia abajo, sintiendose por primera vez superior hacia él.

-¡No te burles de mí!- Y se le lanzó a golpearlo furioso subiendo a la mesita pequeña de madera que iba a romperse por su peso.

-¡INOSUKE!- No duró mucho porque justo en ello el Kamado mayor fue a ver qué ocurría encontrándose la escena.

Al final, no tuvo merienda y maldijo a su amigo chillón toda la tarde.

-Kentaro- Preguntaba de la nada una vez entró a su futón- ¿Qué tiene de especial pasar la noche con alguien?

-¿Eh?- Tanjiro alzó una ceja- ¿A qué te refieres, Inosuke?

-Monitsu dijo que estaba feliz por dormir con tu hermana- Contó sin ninguna mala intención- ¿Ha? ¿Y ahora porqué estás molesto?

El de aretes hanafuda tenía una expresión sombría, su cuñado estaría en serios problemas por propagar cosas que no debía.

Y él seguía sin entender qué tanto ocurría. Y el llorón no le quería volver a hablar y el cobrizo esquivaba siempre que podía el tema.

Estro-R18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora