capitulo tres

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Senju caminaba por los pasillos de la tienda comercial llenando el carrito de compras . Caminaba viendo lo que necesitaba el bullicio de las personas de al lado que parecían preocupadas.

Eran dos señoras no tenían más de treinta años - mi hija está fuera mucho tiempo tengo miedo de que algo le pase - dijo la primera mujer la segunda contesto con tranquilidad - tranquila además es en Roponggi nosotros estamos en shisuba.

Seguí caminando era mejor no meterme en problemas por chismosa ,
tome lo que necesitaba y me acerque a la caja para pajar. Salí de la tienda chocando con un chico de trenzas de ojos violetas .

Perdón no me fijé - dije distraída

No te preocupes - paresia distraído dicho esto se fue .

Deberías tener cuidado te puede pasar algo -dijo una niña

Uh- un sonido de incredulidad salió de mi boca

Ellos buscan tu catana ten cuidado gente mala codicia tu poder - la niña se despidió para irse

De que habla - dije caminando por la calle asta llegar a un parque me senté en un columpio viendo a los niños jugar y uno que otro fantasma.

Paso un rato me pare caminando sin un rumbo fijo las calles se volvieron oscuras y llenas de prostitutas o bajabudos el sonido de los locales era estridente  los fantasmas aumentaron. Cómo avía terminado allí? ni ella sabe.

Ayuda - el grito me saco de mi ensoñación el grito venía de un callejón me acerque viendo a una mujer siendo sometida por un fantasma deforme la lengua de esa cosa lamia el cuello de la chica

Quién eres tú - la voz de ese fantasma era tosca por no decir grotesca algo dentro de mi se activo quería escapar correr o gritar pero no salía ningún sonido de mi boca mi cuerpo no se movía las lágrimas de miedo se acomularon en mis ojos .

Ayudame te lo ruego - la chica fue atravesada por la lengua en el pecho matándola al instante la sangre mancho mi rostro . El espíritu soltó el cuerpo de la chica ya muerta para acercarse a mi con miedo me aferre a la catana retrosiediendo asustada la catana empezó a moverse bruscamente.

Deseinbane la espada un brillo envolvió la catana mis manos temblaban el sudor frío bajaba por mi rostro el fantasma se abalanzó contra a mi entonces un brillo salió de la espada

No te atrevas a tocarla- unos brazos salieron de mis lados tomando la boca del fantasma abriéndola asta partirla a la mitad desintegrandose los brazos desaparecieron.



sangre maldita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora