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ᯓ★ SHOTARO
Como hacían todas las semanas, tú y Shotaro habían planeado ir al centro de la ciudad a recorrer las tiendas y comprar cosas. Era un plan que seguían religiosamente todas las semanas, ya que era el único momento en el que podían verse. Shotaro había sido su mejor amigo desde la secundaria, pero ahora que ambos habían crecido, estaban más ocupados y no podían verse tan a menudo como antes.
Normalmente hacíais el mismo recorrido por las tiendas para ver las novedades que tenían, pero ese día, una nueva tienda de accesorios que acababa de abrir llamó vuestra atención. Sabíais que a Shotaro le encantaban los accesorios, así que ambos decidieron entrar.
Shotaro se dirigió a la sección de gafas de sol, ya que le encantaba coleccionarlas. Tú, por otro lado, fuiste a ver los llaveros, ya que también te encantaba coleccionar los bonitos. No pudiste evitar sonreír cuando viste unos llaveros de nutria, que te recordaron a Shotaro, ya que se parecía mucho a una nutria. Se acercó a ti y le mostraste el llavero que habías encontrado, a lo que se rió.
"¿Quieres que te compre uno?" preguntó mientras miraba la selección.
"Mmm, si eliges uno para mí, entonces sí."
Empezó a mirar los llaveros y se acercó a unos llaveros de pareja con una sonrisa. Al ver esto, te acercaste a él. "Estos serían perfectos para nosotros", murmuró.
—Shotaro, esos son para parejas —dijiste riendo.
—Ah, ¿lo son? ¿Y por qué no lo somos nosotros? — susurró la última parte antes de pasar a otra sección de la tienda.
ᯓ★ EUNSEOK
Tú y tus amigos habían organizado un viaje para pasar un par de días en un apartamento cerca de la playa. Al principio no te hacía mucha ilusión ir, pero cuando viste que iba tu mejor amigo Eunseok, aceptaste. Al menos, si te aburrías, sabías que siempre haría un chiste que te haría reír al instante.
Pasaste los días en la playa, tomando sol, jugando algunos juegos y nadando en el mar, pero finalmente llegó la última noche. Estabas acostado en tu cama cuando Eunseok tocó a tu puerta.
"¿Quieres ir a caminar? La playa se ve hermosa de noche", preguntó, y tú accediste rápidamente.
Unos minutos después, ambos caminaban por la playa, hablando de cosas al azar como siempre hacían. Al notar que temblabas de frío, Eunseok se quitó la sudadera y te la ofreció.
"Siempre te olvidas de traer algo de abrigo... ¿cómo puedes ser tan torpe?", dijo mientras te ponía la sudadera con capucha sobre los hombros. Te reíste suavemente mientras te subías la cremallera. Después de caminar un rato, te detuviste y suspiraste: "¿Podemos sentarnos unos minutos?", preguntaste, y Eunseok asintió.
