15 de marzo de 1991.
Evitando regresar a ese mítico campo, Namjoon lo veía a través de la ventana de su cabaña, daba justo al frente y sin dudas yacía de manera espectacular ante sus ojos marrones. Quién diría que ya llevaba varios días sin pisarlo por lo que había ocurrido, y no era porque tenía miedo, sino que, con sinceridad, no sabría cómo reaccionar.
Seguía creyendo con fidelidad que su cerebro lo había engañado, pasó unas cuantas horas bajo el sol pintando su cuadro ese día y quizá se le había bajado la presión, sufría de eso y en ocasiones veía algunos puntos destellantes cuando ocurría, pero absolutamente nada como eso...
Aunque no lo descartaría de buenas a primeras, prefería continuar agarrado a esa teoría antes que dar su brazo a torcer dando por hecho que los duendes y las hadas existían.
Bebió el último sorbo de su taza de café y la lavó rápidamente con aquella agua fría del grifo para dejarla reposar boca abajo poco después. Nunca pensó que un paso tan sencillo se sentiría tan bien mientras oía a los pájaros cantar al mismo tiempo.
Vaya que adoraba esa vida tranquila.
Sin embargo, el hechizo le duró menos de lo que cantaba un gallo, porque al alzar la vista nuevamente allí la divisó a lo lejos, con una sonrisa coqueta en tanto jugaba con su largo cabello negro. No podía ser verdad.
Quiso ignorarla, pero su presencia persistía, como llamándolo para que fuera a verla con insistencia.
Y aunque no quería, terminó cediendo ante el reto.
Subió la colina casi al trote, y cuando al fin se halló en el terreno más plano se inclinó sobre sus rodillas para descansar. Tomó aire y la buscó, aparentemente había desaparecido. Dios, era tan tonto. De nuevo cayó en la trampa. Y temía estar volviéndose loco. ¿Pero cómo? No tenía mucho de haberse mudado allí como para decir que la soledad le estaba jugando sucio.
Tan solo esperaría para recuperarse y regresar, no le haría caso otra vez.
Respiró hondo y se giró, ninguna imagen sustituta de la realidad se burlaría de él, no más.
Comenzó a caminar, y cuando sus pies estaban por tocar la colina en bajada, sintió como unas manos traviesas tocaban sus hombros.
Dio un respingo y volteó a verla, sabía que era ella, a quien observó a una distancia peligrosamente cerca de él.
¿Qué era lo que pretendía?
—Tú no eres real —le aseguró.
Ella imitó una cara triste y agitó la cabeza ligeramente, como afirmando que sí lo era.
—No, no lo eres.
Luego ella cambió de expresión y se movió para estar más cerca de él, lo rodeo en medio de una saltarina danza y se posicionó detrás para rodearlo con sus brazos y darle así un dulce beso en la mejilla; cosa que Namjoon sintió tal y como si se lo hubiese dado una persona de su misma condición.
Fue suave y cálido, y para cuándo él la quiso encontrar en su campo de visión ella ya se había ido.
( 𖧧 🌱 𖧧 )
5.10.24
![](https://img.wattpad.com/cover/377853177-288-k997939.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sweet Sorelia » k.nj [ Terminada ]
Fanfiction𝗞𝗜𝗠 | Namjoon es un joven de treinta años que busca una vida tranquila a las afueras de la ciudad, pero lo que no sabe es que ahí se encontrará con quien cambiará su vida para siempre. ⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯ 🍃 ⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯ ➛ Historia totalmente mía. ➛ No copia...