El bullicio del colegio era constante, pero Jisung no podía concentrarse en sus clases. En lugar de eso, se encontraba con la mente perdida, recordando la última conversación que había tenido con Minho. Desde que habían hablado de sus sentimientos, había una mezcla de emoción y temor que lo acompañaba todo el tiempo. Sabían que no podían demostrar su cercanía en público, así que las miradas furtivas y los mensajes de texto se habían convertido en su única forma de comunicación.
Cuando sonó el timbre, Jisung salió de clase rápidamente y se dirigió al patio, donde había una cancha para que los estudiantes jugaran básquet. Había oído que Minho estaría allí, y no pudo evitar la emoción que sentía al pensar en verlo.
Felix, su mejor amigo y ahora pareja de Changbin, lo acompañaba. Estaba más concentrado en el juego que en la conversación, pero Jisung tenía algo más en mente.
—Hey, gracias por contarme lo de Changbin y tú —mencionó de forma irónica, mirando a Felix. —Me enteré por Hyunjin.
Felix se sonrojó hasta las orejas.
—Lo siento; con lo que viviste últimamente, no encontraba un momento adecuado para decírtelo —dijo apenado—. Pero, estoy feliz, y emocionado. Todo va de maravilla.
Jisung sintió una punzada en el corazón, sintiendo que su propia situación era mucho más complicada.
—Me alegra que estés feliz.
La atención de Felix se desvió hacia la cancha.
—Mira, ahí están los chicos.
Jisung levantó la vista y vio a Minho, Chan, Changbin y Seungmin calentando para el partido, también habían otros estudiantes muy populares. Las gradas estaban repletas de estudiantes, y un montón de chicas se emocionaban mientras los observaban, cuchicheando entre ellas. Jisung sintió un torrente de celos al ver a Ryu-jin entre las espectadoras, sonriendo y animando a los chicos.
—Parece que hay mucha competencia hoy —murmuró Felix, observando a las chicas con admiración.
Jisung intentó mantener una expresión neutral, pero su mirada se desvió hacia Minho, quien lanzaba el balón a la canasta con una gracia impresionante. Las chicas a su alrededor gritaban y aplaudían, y Jisung sintió una mezcla de frustración y celos. Se sintió un poco fuera de lugar, como si no perteneciera a ese mundo lleno de popularidad.
—¿Por qué tienen que mirarlo así? —murmuró Jisung, más para sí mismo que para Felix.
—No te preocupes, ellas lo ven, tú lo tienes. Seguro que no hay nada que temer —dijo Felix, tratando de consolarlo.
Jisung simplemente se encogió de hombros, pero en su interior sabía que sus sentimientos eran más complicados. Mientras los chicos comenzaban a jugar, Jisung decidió enviar un mensaje de texto a Minho.
Jisung: ¿Por qué todas esas chicas te miran como si fueras un dios del baloncesto?
Poco después, su teléfono vibró en su bolsillo. Era Minho.
Minho: Porque lo soy, jajaja. Es broma. Solo estoy jugando. Además, estoy concentrado en ganar.
Jisung sonrió, sintiendo un pequeño alivio. Justo entonces, levantó la vista y se encontró con la mirada de Minho desde el otro lado de la cancha. Aunque había muchas personas alrededor, parecía que solo ellos dos existían en ese momento. Jisung se sonrojó y desvió la mirada.
Jisung: Sí, claro. ¿Y qué hay de Ryu-jin? Parece que está disfrutando del espectáculo.
El rostro de Minho se endureció un poco al leer el mensaje. Se notaba que le incomodaba la idea de que Jisung pensara en Ryu-jin de esa manera.
Minho: Ni siquiera me di cuenta que ella estaba aquí. No le des importancia. Solo estoy aquí para jugar.
Jisung decidió no responder, pero la tensión se acumuló en su pecho. Había algo en la forma en que las chicas miraban a Minho que le resultaba difícil de ignorar. La situación era compleja; si bien era su 'hermano adoptivo', la conexión entre ellos iba más allá de eso. Se sintió celoso de ver a Minho rodeado de admiradoras, y aún más de que pudiera mostrar una faceta que Jisung deseaba tener solo para él.
El partido comenzó y Jisung se sentó junto a Felix, quien no dejaba de mirar a Changbin. En cada pausa del juego, Jisung seguía lanzando miradas furtivas hacia Minho, intentando no ser demasiado obvio. Al principio, todo parecía divertido, pero cuando las cosas se volvían intensas en la cancha, la competitividad de Minho lo hacía aún más atractivo a los ojos de las chicas. La forma en que su camiseta se adhirió a su piel sudorosa después de correr, la manera en que sus músculos se tensaban con cada movimiento; Jisung no podía evitar imaginarse lo que sería estar en otra situación con él.
Durante un tiempo muerto, Minho se acercó a la línea de la cancha y miró hacia donde estaba Jisung. El menor sintió que su corazón se aceleraba. Era como si hubiera una conexión silenciosa entre ellos, incluso en medio de la multitud.
Minho: ¿Todo bien?
Jisung le sonrió, intentando que no se notara su incomodidad.
Jisung: Sí, solo disfrutando el espectáculo.
Minho le devolvió la sonrisa, pero Jisung pudo ver una chispa de preocupación en sus ojos. Sabía que Minho estaba consciente de la atención que recibía, pero no podía hacer nada al respecto. La realidad era que, por más que quisiera, su relación aún estaba bajo la superficie, oculta de miradas curiosas.
A medida que el partido avanzaba, Jisung sentía que el tiempo se deslizaba entre sus dedos. Con cada punto que Minho anotaba, sentía más celos y frustración, pero también admiración. A pesar de que intentaba no mostrarlo, cada vez que Minho sonreía después de una canasta, Jisung sentía que su corazón se derretía un poco más. La imagen de Ryu-jin mirándolo lo atormentaba, y en su mente, Jisung imaginaba escenarios en los que él y Minho eran solo ellos dos, lejos de toda esa atención.
Cuando el partido terminó, Minho se acercó a Jisung y Felix, con una expresión de triunfo en su rostro. —¿Viste eso? ¡Basureamos a los de 3°C!
—Sí, genial —respondió Jisung, forzando una sonrisa. Su mente aún estaba ocupada con la imagen de Ryu-jin y las otras chicas.
Minho pareció notar la falta de entusiasmo en la voz de Jisung. —¿Estás seguro de que estás bien? Pareces un poco distante.
Jisung abrió la boca para responder, pero la verdad era que no quería admitir que estaba celoso. Así que simplemente asintió. —Sí, estoy bien. Solo un poco cansado.
Minho se quedó un momento en silencio, observando a Jisung con esa mirada penetrante que siempre lo hacía sentir vulnerable. —¿Quieres ir a dar una vuelta? Podría usar un descanso.
Jisung sintió que su corazón se aceleraba nuevamente, pero también sabía que no podían estar juntos sin levantar sospechas.
—Tal vez después de que Felix y yo hablemos un rato. —respondió, tratando de actuar natural.
Minho le sonrió, aunque con un toque de tristeza en sus ojos.
—Está bien. Hablamos después.
Jisung lo observó alejarse, sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que debía abordar sus sentimientos, pero a veces era más fácil esconderlos. Mientras veía a Minho mezclarse con sus amigos, la realidad de su situación se hizo más clara: estaban en un limbo, y su relación aún era un secreto que ambos debían proteger.
—¿Qué pasa? —preguntó Felix, sacándolo de sus pensamientos.
—Nada. Solo... nada —respondió Jisung, esforzándose por recuperar la sonrisa.
Felix asintió, pero Jisung podía ver que su amigo notaba la inquietud en él. Era un día lleno de emociones contradictorias, pero sabía que era algo que tenían que superar. Mientras miraba a Minho desde la distancia, Jisung se prometió a sí mismo que encontraría la manera de lidiar con sus celos y de ser honesto sobre lo que sentía.
Era complicado, pero su conexión con Minho era innegable, y no podía ignorar lo que había entre ellos.
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ଘ ¡Él no es mi Hermano! ▸ 𝙈𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜
Fanfiction꒰ 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗶𝗻𝗮𝗹 .𖧧 ࣪ Minho cree que sus padres se volvieron locos cuando deciden traer a un huérfano, bajo el mismo techo que ellos, como si fuera su hijo. 𓍯 🐿️ ˖ ࣪ 𝘸𝘦 𝘤𝘢𝘯'𝘵 𝘥𝘰 𝘪𝘵, 𝘸𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘣𝘳𝘰𝘵𝘩𝘦𝘳𝘴? ࣪ ͎ 𓄹 ⠀...