Confesiones

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La luz tenue de la sala iluminaba suavemente el espacio mientras Jisung se acomodaba en el sofá, un poco más lejos de Minho de lo que le hubiera gustado. Ambos habían decidido pasar la noche en casa viendo una película que se estrenó hace poco, pero la atmósfera se sentía extraña. Jisung no podía evitar sentir que había algo más entre ellos, algo que aún no habían abordado.

Mientras la historia se desarrollaba en la pantalla, Jisung intentaba concentrarse en los diálogos, pero su mente divagaba. No podía dejar de pensar en la atención que Minho había estado recibiendo de otras chicas últimamente. Era frustrante. Con cada risa y cada mirada entusiasta de sus admiradoras, Jisung sentía que sus propios sentimientos se complicaban más.

Minho, ajeno a la tormenta emocional que estaba pasando Jisung, se rió de una escena graciosa. Cuando su mirada se encontró con la del menor, este sonrió a medias, sintiéndose un poco culpable por no estar disfrutando del momento como debería. Aun así, algo dentro de él se negaba a dejarlo pasar.

—¿Te gusta la película? —preguntó Minho, estirando un brazo hacia el control remoto.

—Sí, es divertida —respondió Jisung, sin poder evitar que su tono sonara un poco distante.

Minho frunció el ceño, notando que Jisung no estaba realmente presente.

—¿Todo bien? Pareces un poco... fuera de lugar.

Jisung se encogió de hombros.

—Solo estoy cansado.

Sin embargo, Minho no estaba convencido. Había algo en la forma en que Jisung evitaba su mirada que le decía que había más. Para aliviar la tensión, decidió acercarse. Con un movimiento sutil, estiró su brazo y tiró de Jisung hacia él, haciéndolo recostar sobre su pecho. Jisung se sonrojó al sentir la calidez del cuerpo de Minho y la firmeza de su agarre en su cintura.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Jisung, aunque en el fondo disfrutaba de la cercanía.

—Solo estoy haciendo que estés cómodo —respondió Minho con una sonrisa, dejando claro que no había segundas intenciones. Sin embargo, Jisung sintió un cosquilleo al estar tan cerca de él.

A medida que la película avanzaba, Jisung se sentía cada vez más en conflicto. Estar tan cerca de Minho lo llenaba de una felicidad que lo asustaba. La forma en que Minho acariciaba suavemente su cintura y el latido de su corazón resonando en su pecho lo hacían preguntarse qué significaba todo eso.

De repente, la situación que había estado evitando lo alcanzó. La tensión de sus sentimientos reprimidos se hizo innegable. Girando un poco la cabeza, Jisung respiró hondo, sintiendo que era el momento de hablar.

—Minho, hay algo que necesito decirte —comenzó, su voz un poco temblorosa.

Minho lo miró, algo sorprendido por la seriedad en el tono de Jisung. —¿Qué sucede?

Jisung tragó saliva, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. —He estado sintiendo algo que no puedo ignorar. Y creo que... creo que estoy celoso de las chicas que te miran, de las que se acercan a ti. —toma una breve pausa—. Y no sé cómo decirlo, pero... estoy enamorado de ti. ¡Y tal vez soy muy obvio! Pero lo que pasa entre nosotros va más allá de la amistad y fraternidad; quiero definir esto.

Las palabras salieron de su boca con una mezcla de alivio y terror. Era como si un peso se levantara de sus hombros, pero al mismo tiempo, el miedo a la reacción de Minho lo invadió. Su corazón latía con fuerza mientras miraba a Minho, quien lo observaba con una mezcla de sorpresa y confusión.

—Ya lo sé —respondió Minho, con su típica simpleza—. Por eso estamos juntos, ¿no?

Jisung se sorprendió y sintió que le bajó la presión.

¡Él no es mi Hermano!  | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora