Prólogo

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Bakugou no era alguien que se arrepentía de sus acciones fácilmente, sabía que en el comienzo de su adolescencia fue un completo idiota, en esos momentos hacía lo que quería, y claramente no justificaba sus actos, pero sabía que tubo la madurez para saber lo que estaba bien y lo que estaba mal, y aún así hizo lo que hizo, aún así le dijo a su amigo de la infancia que se matara. Y ahora en su joven adultez, sabía que aquello estaba mal, muy mal, por eso intentó remediar el daño hecho, y Izuku acepto sus disculpas tan fácilmente que aún se sentía culpable, por qué aquel pecoso siempre fue como su hermano, y no supo valorarlo.

Tras unos meses de aquella reconciliación se encontraban paseando por el centro comercial, su relación era tan cercana como cuando eran niños, y aún con sus gustos distintos, seguían compartiendo el infantil gusto de las películas de superhéroes, por lo cual habían ido a ver la quinta película del gran All Migth.

— Viste la escena cuando derrotó a All For One?! Fue asombroso! — Emocionado Izuku imitaba la pelea, moviéndose rápidamente mientras repartos puños al aire, Katsuki le seguía de cerca mientras reía por el infantil teatro, uniéndose a la imitación, dándose golpes amistosos mientras las personas le miraban como si fueran niños pequeños.— ¡Smaaaash! — Dio el golpe final el pecoso, y Katsuki debía admitir que aquel puñetazo en su estómago si le había quitado el aire.

Y mientras ambos amigos reían fuertes pasos apresurados se empezaron a escuchar acompañado de largos y desgarradores gritos, las personas, aterradas por la situación, corrían empujando al dúo, quienes sin entender la situación del todo se tomaron de las manos, el miedo les empezaba a invadir por lo desconocido mientras el ambiente agradable explotó de una forma aterradora, el olor de la sangre y el sonido de la carne desgarraba era una tétrica melodía que les mantenía alerta por el inminenete peligro.

— Izuku... Tenemos que salir de acá.— Declaró el cenizo mientras volteaba al chico rápidamente, evitando que vea como una mujer se lanzaba sobre un pequeño grupo, destrozando el rostro de una joven de un solo mordisco, los gritos eran tan desgarradores que presentía que tendría pesadillas con ellos. Mientras que a tropezones se alejaban del lugar más personas se atacaban continuamente, antes de poder bajar la escalera un hombre se les lanzó para atacarlos hambriento, mientras Katsuki forcejeaba pudo notar la piel pálida, su nariz sangraba y se notaban las venas azules de una manera tétrica, sus ojos tenían un tono blanquecino y soltaba gruñidos entrecortados. Le costaba creerlo, pero aquel hombre ya no estaba vivo, podía ver fácilmente como le faltaba la mitad de la piel del rostro y tenía las tripas colgando como si solo fuera la corbata.

— Kacchan!! — El pecoso llegó nuevamente y golpeó con un extintor la cabeza del muerto andante, quien cayó por las escaleras mientras miraba los brazos con rasguños del cenizo.— ¡¿Estás bien?! —La voz del pecoso sonaba desesperada, cosa que le ayudó a salir del trance, sus nerds mentes analizaron la situación, ya no podían confiar en las personas, era difícil quitarse a una sola de encima, por lo cual los lugares con personas estaban fuera de discusión, así que corriendo y esquivando a las personas se ocultaron en los baños cercanos para poder pensar con claridad sobre aquella situación crítica.

—Mierda... Esas personas, qué carajos les pasó?— Preguntó el cenizo mientras se lavaba los brazos en lo que Izuku cerraba la puerta de los baños, afortunadamente eran pequeños y no había nadie, obviamente todos estaban ocupados en escapar. El ambiente seguía tenso y aún con las gruesas paredes era fácil escuchar los gritos horrorizados de las personas, siendo opacados por los murmullos del pecoso, sentía su corazón latir tan fuerte que no le sorprendería si explotaba ahí mismo.

—Están locos... Atacan a las personas ¿Para qué? No parecen personas, K-kacchan, se ven como animales, ¿No crees?—Izuku habló, acercándose al rubio mientras trataba de analizar la situación y no morirse de los nervios, sus manos temblaban pero trataba de disimularlo mientras apretaba los puños.

Latidos Silenciosos - TodoBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora