Mí Omega || Enzo Pérez x marcos rojo ||

04

Enzo no hablo con Marcos por semanas, eso lo puso mal, cada vez que tenía la oportunidad de mirarlo en el recreo o en el salón, el siempre estaba con Eugenia, a la cual ya le había agarrado un odió increíble por todo lo que hizo, nunca había conocido a alguien tan psicópata como ella

Pero, su amiga Florencia siempre hacia que el se olvidé de todo lo malo, ella siempre se encargaba de estar siempre al lado de Enzo y que no esté pendiente de Marcos. Florencia era una gran amiga para Enzo y poco a poco se estaba convirtiendo en alguien importante para el

Florencia sabía perfectamente que ella no iba a poder ocupar el lugar de marcos en la vida de Enzo, sabía que Marcos fue muy importante para Enzo, fue el primer amigo que tuvo, pero ella siempre lo animaba y hacía que se olvidé de la situación con Marcos

— Mira Enzo, te traje muchos caramelos, se que te gustan mucho las cosas dulces

Dijo Florencia mientras le entregaba a Enzo un puñado de caramelos. Enzo se sonrojó mucho, algo que Florencia notó y le dio mucha ternura

— G-gracias

Tartamudeo Enzo mientras agarraba los caramelos y los guardaba en su bolsillo, después, sintió un repentino beso en su mejilla, el cuál fue de Florencia, la que después habló

— Mañana te voy a traer chupetines, ojalá te gusten mucho

Sonrío Florencia antes de agarrar la mano de Enzo y llevarlo a uno de los juegos. Enzo estaba muy agradecido de encontrar a Florencia, sin ella, hubiera estado solo nuevamente

★★★★★★

Marcos observo todo la situación paralizado, en su mano tenía una pequeña cajita llena de caramelos, gomitas y chupetines, los cuales eran pará Enzo... Bueno, eran para Enzo. Al ver la situación, al pequeño Marcos se le cayó la caja al suelo

Tenía pensado pedirle disculpas a Enzo con sus dulces favoritos, ya que Marcos no aguantaba ni un día más sin la voz melodiosa de Enzo, sin sus abrazos y todo lo que tenía que ver con Enzo. Marcos agarró sus ahorros (plata que le daba su madre) y se gastó todo para comprarle los dulces a Enzo

"Enzo, ya no me quiere...?"

Pensó cuando vió la situación entre Enzo y Florencia

"Tan rápido me cambió...? Ya no me quiere...? Por qué ya no me quiere..."

Eran los pensamientos del pequeño Marcos mientras agarraba la caja que se le había caído al suelo y se fue corriendo para estar solo. Se sentó en un banco mirando la caja, estaba destrozado

Enzo ya no lo quería y lo había cambiado por Florencia.

— Por qué... Justo quería disculparme con el...

Hablaba solo Marcos, sentía mucho enojo en su interior, pero también tristeza al pensar que perdió a Enzo, el cuál era muy importante para el. Pensó y pensó hasta que ya le estaban empezando a caer las lágrimas

"Enzo era mío, era mío, solo mío, el solo era mío"

Por alguna extraña razón, algo en el reclamaba a Enzo, algo que Marcos no sabía que era y se sentía extraño

— Marquitos!

Se escuchó la voz de Eugenia acercándose, la cual se sentó al lado de Marcos

— Te estaba buscando, por qué estás acá solo?

Le pregunto Eugenia a Marcos, el cuál no respondió nada y estaba mirando hacia el suelo. Eugenia miro la caja que tenía Marcos en sus manos y la agarró, la abrió y vio los dulces que había

Marcos intento quitársela antes de que la vista pero Eugenia ya la había abierto y ella miraba los dulces con una sonrisa, pensando que eran para ella

— Marquitos, son para mí?

Dijo ella muy emocionada

— No! Son para-

Marcos se detuvo antes de hablar y se calmó, vio a su amiga tan emocionada por los dulces, así que decidió mentirle un poquito

— Si, son para ti...

Mintió. Eugenia lo abrazo fuertemente y después lo soltó

— Muchas gracias! Enserio, sos muy considerado!

Eugenia miraba los dulces con entusiasmo, mientras Marcos la miraba, estaba feliz de que su amiga se alegrará tanto, pero, sentía algo.

Por alguna razón sentía desprecio hacía ella, la veía como una simple niña que nunca podría estar al nivel de Enzo, que nunca podría compararse con Enzo. No sabía por qué de repente estaba teniendo esos pensamientos, pero las sensaciones extrañas que sentía empezaban a reclamar a Enzo mucho más que antes

"Ella no es Enzo, yo quiero a Enzo, necesito a Enzo, lo quiero a el"

Sus pensamientos terminaron cuando sonó el timbre pará volver a los salones, volvió junto a Eugenia al salón

No tenía idea por qué tenía tantos pensamientos así y por qué se sentía así cuando estaba lejos de Enzo o cuando Enzo estaba con otra persona, tenía que pregúntale a su madre de estás sensaciones extrañas que estaba sintiendo