-Despierta zorra, es hora de levantarse- La alarma personalizada que mi amiga Brenda hizo para mi suena anunciando la mañana.Me doy la vuelta en mi cama calientita y suspiro. Un nuevo día, Un nuevo comienzo. Apago la estruendosa alarma y reviso mi teléfono en la mesita de noche, ni una llamada de bennett, había planeado una cita romántica para que pudiéramos vernos pero nunca vino. Seguramente se quedó hasta tarde en la oficina, últimamente tiene mucho trabajo.
Le escribo un mensaje deseándole los buenos días, espero unos minutos, pero el no contesta. Mis ojos se llenan de lágrimas pero las controlo. No voy a dejar que se arruine mi mañana.
Me levanto de la cama y me alisto para el trabajo, cuando estoy lista voy a mi pequeña cocina para tomar mi café en mi taza favorita de friends. Cuando termino tomo mis llaves del buró junto a la entrada y salgo de mi departamento. En el pasillo, mi vecina la señora Williams está afuera regando las plantas de la entrada.
-buenos días Patricia- le digo pasando a su lado.
Voltea a mirarme con una expresión de pesar en su rostro arrugado.
-Serían buenos si estuviera en una playa del caribe Lía-responde suspirando, una carcajada se escapa de mi boca.
Siempre me alegra la mañana. Tomando el elevador presionó el botón del lobby, cuando las puertas se abren salgo y camino hacia la acera, levantando mi mano grito:
-¡Taxi!- Un auto amarillo se para y subo rápidamente, creo que ya voy tarde.
Y efectivamente revisando mi teléfono veo que me quedan menos de diez minutos para llegar a tiempo. Suspirando me recuesto en el asiento de cuero y le doy la dirección de industrias morozov al conductor.
Quince minutos después estoy entrando apresuradamente por las inmensas puertas de cristal.
-¡Buenos días Laura!- saludo a la recepcionista cuando pasó corriendo junto a ella.
-¡Buenos días Lía!-me gritó sonriendo.
Tome el ascensor hasta el piso 42, el piso del señor cooper. Mi jefe.
Cuando las puertas se abrieron fui a su oficina.
-¿el jefe aún no llega?- le pregunté a Emma, su secretaria mordiéndome los labios con nerviosismo.
Ella me miró con una sonrisa ladeada.
-Aún no Lía-dijo, suspirando de alivio me deje caer en la silla de mi escritorio.
El señor cooper era el vicepresidente de industrias morozov, era un anciano de sesenta años. Él y su esposa eran agradables.
Arthur manejaba la empresa pero el dueño era un ruso que casi no venía por aquí,
Industrias morozov era una gigante empresa de armería, esta era una de las muchas sucursales que poseía, la empresa principal estaba en Rusia y el señor morozov la manejaba. Las chicas de los pisos de abajo decían que era un papacito ruso. Yo nunca lo había visto, la última vez que había venido a supervisar que todo estuviera bien en su empresa había sido hace unos meses y yo aún no trabajaba aquí.Revise mi teléfono para ver si tenía alguna respuesta de bennett y nada. Mi ceño se frunció con preocupación, no entendía que estaba mal. Algunos días era el más cariñoso y otros era como que ni siquiera existiera.
"*Te ignora cuando están en público*"
Susurro una voz en mi cabeza, sacudiendo la cabeza bloquee esos pensamientos y me dije que él tenía mucho trabajo, por eso no tenía tiempo de responderme.
Las puertas del elevador se abrieron y por ellas salió Arthur cooper caminando hacia su oficina.
-Buenos días chicas-dijo animado.

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Konstantin
RomantiekMi mayor anhelo es él, Konstantin morozov, mi jefe, su nombre es sinónimo de peligro, pero yo deseo su amor, deseo que su mundo gire entorno a mi, ser la única razón de su exsistencia y estoy dispuesta a conseguirlo a cualquier costo. Él y yo estamo...