Arrivederci,Harry.

One.

Entré al salón de Cultura y me acerqué a mi asiento,donde ya se encontraba Harry.

-Hey.- saludé y dejé mi mochila bajo mi asiento.

-¿Que tal?-sonrió mostrando sus agradables hoyuelos.-¿Ya lo pensaste?

-iré.-sonreí.

-¿De verdad?-sonrió,podia ver como sus ojos verdes le brillaban.

Asentí.

La maestra Greenberg entro al salón y empezó con la clase.

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-Bien,el baile es en 4 días,dejame decirte chica,te invitó muy tarde,pero bueno,di gracias que te invitó.-rió suavemente.

Rodeé los ojos.-Callate.

-Bueno es hora de buscar vestido,no quiero que vayas con el vestido que usaste de dama con la tía Margaret.

-Ese vestido era horrible.-dijo Chris dando un sorbo a el refresco.

-Calla,como eres gay no tienes que usar ridículos vestidos.-reí.

-Bendito sea yo.-rió con incredulidad.

-¿Nos vamos ya?-dijo Liz con apuro.

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-¡es hermoso!

Llevaba un vestido color negro,no demasiado llamativo,con un escote "sofisticado" si asi lo llaman. Miré Chris.

-Mmmm.. Nop.

-¿Este?

Liz sonrió aun más.

-¡Por supuesto...! Que no.-negó Chris con la cabeza.

Rodeé los ojos y le saque el dedo.

El rió y ladeó la cabeza.-No es cierto,es muy bonito.-sonrió.

Era un vestido esta vez color crema,con unos pequeños diseños de flores sin color,tan solo ligeramente marcados.

Aun no se si deberia ir al baile,acostumbro a quedarme en casa con los fastidiosos ladridos de 4 perros a un lado de mi ventana,o solo acompaño a Christian y Liz al baile y bebo el ponche.

Harry es un chico agradable,pocas veces e hablado con él,pero con tan solo una sonrisa de su parte puedes ver su increíble personalidad.

Si le digo esto a Liz,probablemente creera que ya me enamore,pero no es asi,solo me han llegado a gustar pocos chicos,con Chris incluido,y termino siendo mi mejor amigo.

No creo en esas cosas de amor a primera vista ni el dia de San Valentín,para mi eso solo ocurre en los cuentos de hadas,lo que le molesta a Liz,ella es fanatica del amor,y eso le ha traido consecuencias,pero ella sigue esperando su amor verdadero.

Tal vez yo no llegue a encontrarlo,es cierto,me he puesto a pensar en ello,y como soy no creo que consiga algo duradero.

Pero Liz siempre me recuerda que,

«Aun queda mucho por descubrir fuera»