Prólogo:
El grito de Poppy fue arrancado de su garganta como el graznido de un cuervo cuyas entrañas habian sido arrancadas por un depredador. Sus manos, cubiertas de la sangre del cadáver que había descubierto, cubrieron su boca tratando de prevenir que otro alarido escapase de sus labios. Se quedo alli, quieta contra las prendas de ropa que colgaban del estrecho armario, contemplando todo a través de la pequeña rejilla.En el exterior, a penas iluminado por las tenues luces nocturnas que entraban por los cristales quebrados, se veía la figura de aquel responsable de dicha masacre, con el velo negro rasgado y salpicado de sangre por el forcejeo de alguna de sus víctimas.
La chica de cabellos rubios se inclinó un poco sobre la puerta de madera, buscando ver donde estaba el asesino. Su respiración, un tenue jadeo apenas si se escuchaba en la pequeña caja. Poppy se reclino un poco más, con la ropa cubriéndola como un manto de protección, ocultandola de cualquier horror.
El asesino se removió de un lado a otro, dando golpes y patadas a su alrededor, abriendo y cerrando puertas de forma compulsiva, acercándose cada vez mas al pequeño escondite de Poppy.
La respiración se agito y pese a sus intentos de reprimir su miedo due inevitable que un sollozo volará de sus labios.
El desconocido se tenso, incorporó y caminó en dirección al armario, dando lentos pasos, con el cuchillo en mano, la máscara blanca, un perpetuo lamento de agujeros negros que marcaba la tragedia y desesperación del grito preferido por alguien antes de que el alma se le escapase.
-No, no...-. Susurró Poppy, entonando una plegaria que pudiese salvarla de que sus intestinos corriesen en las baldosas de maderas.
Las puertas del armario fueron abiertas de par en par, a medida que otro grito escapaba de los labios de Poppy, sin embargo antes de que pudiese hacer algo más, la mano enguantada del hombre se cerro entorno al cuello de su chaqueta. Empujándola contra el suelo y levantado el cuchillo para clavarlo en el centro de su pecho.
La sangre broto con un potente chorro carmin, que se elevo a través de la luz de la noche y cayo sobre el rostro de Poppy, llenando su boca con el amargo sabor de la sangre falsa y provocando que parte del contenido entrase a su ojo.
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𝑴𝒓. 𝒅𝒐𝒄𝒕𝒐𝒓 𝑴𝒂𝒏 | 𝑺𝒕𝒖 𝑴𝒂𝒕𝒄𝒉𝒆𝒓¹
FanfictionPoppy Wilder cayo por una colina, dando vueltas y vueltas, perdida en un precipicio de una maldición que la condena a atraer la sangre y la violencia incluso a los lugares más pacífico. La violencia es su sello. Ella lo sabe . Arriba abajo pero el m...