Louise invoca al rey de los héroes

10: Epílogo: El Rey entrega su recompensa

El ganador de la encuesta de fin de verano es... ¡ el Dr. Heinz Doofenschmirtz! Únete a mí en los foros de Spacebattles si quieres hablar sobre lo que he estado haciendo o ver otras invocaciones sugeridas. O puedes enviar una reseña o un mensaje privado sobre tus ideas. La única razón por la que probé Gilgamesh (y Godzilla) es porque quería mostrar la dificultad de usar personajes OP en este rol y, a pesar de los problemas, ha sido divertido que Golden Prick se apropiara de la trama.

Ahora voy a revelar algunas cosas que he estado manteniendo en secreto. ¡Disfruten del epílogo!

"Pentágono de los cinco elementos, bendice a esta criatura y que quede ligada a mí por toda la eternidad".

Era bastante vergonzoso ser una jovencita besando la mano de un hombre, pero Louise había trabajado duro para ese momento. No iba a permitir que algo tan insignificante como los nervios le impidiera conseguir su mayor logro. Además, no había nadie más cerca para verlo. Esta ceremonia sería recordada para siempre solo por los dos participantes.

Gilgamesh miró hacia abajo mientras unas líneas brillantes se marcaban en su mano. "¿Qué molestia es ésta?"

"Runas familiares", respondió Louise simplemente.

—Ya veo. Así es como se obliga a los familiares a que se pongan a tu servicio, asegurándose de que son leales —dijo el rey asintiendo—. Sin duda es diferente de lo que se describe en esos libros inútiles. Aun así, no te aconsejo que pruebes su eficacia. Nadie puede obligarme a obedecer.

"No obligan a nada", dijo Louise exasperada. "Son solo marcas que confirman el contrato y a veces otorgan las habilidades familiares. Nada más".

—La ignorancia de los humanos de este mundo me repugna cada día más —se burló Gilgamesh mientras examinaba las runas con más atención. Sus ojos rubí brillaban—. ¿Ah, sí? Eso sí que es intrigante…

"¿Qué es?"

"Parece que este 'Fundador' tuyo tenía más ingenio que un mago típico".

"¡Por supuesto, Brimir era muy superior a un mago común!"

"Lo que significa que debo esperar ver cosas aún mayores de ti", dijo Gilgamesh con aire de suficiencia. "Después de todo, Louise le Blanc de la Vallière, tienes el mayor privilegio de ser reconocida por mí, Gilgamesh de Uruk, el Rey de los Héroes.

Louise sintió un tirón en su Fuerza de Voluntad y un hormigueo en la mano. Jadeó de sorpresa cuando se le formaron unas marcas rojas en la piel. Estaba dividida en tres partes, la parte inferior de cada una seguía un arco segmentado pero suave justo encima de su muñeca. Las marcas laterales tenían dos picos mientras que la del medio tenía tres, y los picos se hacían más grandes cuanto más cerca estaban del centro.

"¡¿Qué es esto?!" gritó en pánico.

—Sellos de mando, por supuesto —respondió Gilgamesh con ligereza—. ¿Olvidaste tan fácilmente mis lecciones anteriores?

—Ah… —Louise se sonrojó, sin querer admitir que sí, que había tenido ese detalle momentáneamente. Para ser justos, habían sido unos últimos días muy agitados—. Recuerdo que me permitieron transferirte Fuerza de Voluntad y dar órdenes absolutas.

"El término correcto es energía mágica u od, pero puedo atenerme a los términos de tu cultura. Recuerda también que, si te atreves a usar un sello de mando sin mi permiso, perderás la vida".