Humanity Last Hope ] Joongdok

Metamorphosis

Yoo Joonghyuk se lanzó hacia la enorme bestia, esquivando bocanadas de aliento helado mientras se abría paso a través de la cámara. Las cabezas heladas del dragón giraron, sus ojos rojos brillando con intenciones malévolas. Con un rugido atronador, la criatura se abalanzó, con las mandíbulas abiertas y los colmillos goteando saliva helada.

La espada de Joonghyuk cortó el aire gélido, cortando pedazos de escarcha de las paredes de la caverna. Cada golpe sonaba como un desafío, un rugido desafiante que resonaba en la antigua piedra.

La respuesta del dragón fue inmediata y brutal: un torbellino de frío cortante y garras afiladas como navajas. Yoo Joonghyuk esquivó y se movió, sus movimientos eran una confusión de músculos y agilidad. A través de la neblina helada, Kim Dokja se mantuvo firme, su esbelta figura contrastaba marcadamente con la robusta fuerza de Joonghyuk.

No podía negar el hecho de que estaba preocupado, su esper debía estar cansado, después de todo sufrió una herida grave que Dokja curó hace apenas unos minutos. Sin embargo, no tienen el lujo de descansar, no cuando la humanidad pende de un hilo delgado. Lo único que podía hacer ahora mismo era potenciar los ataques de Yoo Joonghyuk para que le fuera más fácil luchar contra el dragón.

Kim Dokja cerró los ojos, su sentido Guía vibró en armonía con la destreza física de Joonghyuk, amplificando cada golpe y parada. Juntos, forjaron una sinfonía de acero y hechicería, su vínculo se hizo más fuerte con cada choque. El hielo y el fuego chocaron en una tormenta cegadora, su competencia una danza de belleza mortal. Sin embargo, incluso cuando las mandíbulas del dragón rechinaron y sus alas amenazaron con aplastarlos, Joonghyuk y Dokja siguieron adelante, impávidos por el gigante congelado que tenían ante ellos.

"¡Muéstrame tu verdadera forma, humano!" bramó el dragón, sus ojos cristalinos brillando con una inteligencia inquietante. "¡Desata el poder que se esconde en tu interior, deja que te consuma por completo!"

"No... no volveré a convertirme en un monstruo," dijo Joonghyuk entre dientes apretados, con los nudillos blancos mientras agarraba su espada con más fuerza. Los ecos de su pasado, los gritos de su hermana caída, inundaron su mente, un amargo recordatorio de los horrores que había desatado.

Con la presencia constante de Dokja como contrapeso, Joonghyuk luchó por mantener el control, su valentía nunca vaciló a pesar del miedo que le carcomía el alma.

Sin dejarse intimidar por la resolución de Yoo Joonghyuk, la voz del dragón resonó por la cámara una vez más, su tono helado amplificaba el aire helado. "Mortal tonto, aquí no hay triunfo para ti. Tu espada puede brillar en la penumbra, pero contra mi poder elemental, ¡no es más que un simple carámbano a punto de romperse!"

El dragón se lanzó hacia adelante, una pared invasora de escarcha solidificada que intentaba engullir a sus oponentes. Joonghyuk retrocedió bailando, esquivando el agarre aplastante de la criatura con una velocidad nacida de la desesperación. Kim Dokja invocó sus energías, creando una barrera protectora justo a tiempo para desviar la fuerza de la colisión.

A medida que la batalla continuaba, los ecos del pasado se intensificaron, atormentando a Yoo Joonghyuk con visiones del dolor que había causado. Sus movimientos se volvieron erráticos, sus pensamientos consumidos por el peso de sus errores pasados. La mirada de Kim Dokja nunca dejó a su compañero, la preocupación grabada en su rostro como nunca antes.

La preocupación se grabó en los rasgos finos de Dokja mientras observaba el impredecible asalto de Joonghyuk al dragón. Apretando el agarre de sus energías mágicas, Dokja gritó con voz tensa: "¡Joonghyuk! ¡Por favor, detente! ¡Necesitamos trabajar juntos si vamos a ganar esto!"

A pesar de la advertencia, Yoo Joonghyuk continuó presionando el ataque con salvaje abandono, sus ojos oscuros brillaban con una furia apenas contenida. El sonido de sus pasos resonó contra el suelo de piedra mientras cargaba de cabeza contra la postura defensiva del dragón, la espada chocando en un torbellino de metal y hielo. La mirada ansiosa de Kim Dokja permaneció fija en su compañero, una profunda preocupación cobrándose en su pecho mientras temía las consecuencias del comportamiento imprudente de Joonghyuk.