Capítulo 19

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Aysha

*Hace 5 años*

Ubicación: en alguna parte del océano

Muchos alaban mucho el ser parte de una tripulación pirata, hablan de aventuras continuas y peleas épicas contra el océano y el gobierno de turno. Pero siendo honesta, no están más que lejos de la realidad, es verdad que hay peleas y el océano de noche da miedo, pero muchas veces es aburrido.

Por ejemplo hoy, después de mi práctica con el arco no tuve mucho que hacer, lo único de lo que jamás me canso, es el ver el atardecer. Me fascina ver como todos los días hay uno distinto, jamás he visto dos atardeceres iguales.

–Hoy está precioso el sol. –Dijo James, se veía un poco pálido, él no suele tener un estomago fuerte después del almuerzo. –¿Puedo pedirte un favor ays?

–Si es lavar el vómito que dejaste en el pasillo en tu camino para acá, la respuesta es no. Te deje una cubeta en el pasillo justo por eso. –Ha estado vomitando más de lo usual, el doctor piensa que solo es algo que comió, pero no he visto mejoras desde entonces.

–No, no es eso. –Se rió suavemente, mientras se recargaba en la balaustrada. –Cuando muera, no me recuerdes en mi lecho de muerte, por favor recuerdame en mi lugar feliz.

–Estás siendo un poco exagerado, el doctor dijo que comiste algo echado a perder, estarás bien.

–Ays, la muerte es algo inevitable, lo sabes.

–Creeme que lo se, pero si de algo estoy segura es que justo ahora es que no morirás por una indigestión. Ven, mi madre tenía un remedio casero que siempre me funcionó a mi y a mis hermanos.

*Actualidad*

Poco sabía que lo decía por otro motivo, la muerte sí es inevitable. Para algunos es un castigo justo, pero para mi es algo piadoso, termina lo que la vida empieza; dolor, sufrimiento, enfermedad. En ocasiones es la consecuencia de las acciones de cada persona, mientras que en otras no es más que la injusticia misma.

–Descansa Elle, mañana seguiremos con el recorrido.

¿Por qué no le conté de la muerte de James? Simple, ella misma lo dijo, no es de su incumbencia. Ya tengo demasiados problemas como para añadir el revivir un viejo tormento en mi lista.

Al día siguiente, estaba cansada y siendo honesta no quería que llegara el día de hoy. Entre la bruma despedimos a mis viejos amigos, el capitán Kim me abrazo y susurrando me dijo:

–En el corazón del navío, donde el fuego da calor, allí se halla quien con veneno trama el dolor. No es el capitán ni el vigía tenaz, sino quien al maestro del fogón siempre está detrás.

Es una adivinanza, cuando se enteró que era hija de duques, no dejaba de decírmelos ya que quería que le demostrara que tan inteligente podría ser la realeza. ¿Por qué no simplemente me dice la identidad del traidor?

Lo mire confundida mientras poco a poco deshacemos el abrazo, él sonrió con superioridad y allí fue donde lo entendi, quiere un último juego y él sabe que al final sabré quien es. Vi como se ponía la capucha y la tela que nos cubre la boca, me guiño un ojo y se fue.

Me quedé parada viendo como se iban mis mejores amigos, mis maestros y aliados, una parte de mi quería ir con ellos y seguir con la vida de pirata, pero otra parte...

–Mami, ¿ya se fue tío Kim? –Dijo una adormilada Sara, sí otra parte de mí no quiere separarse de estos momentos.

La cargue para acomodarla en la carreta, pronto tenemos que continuar el viaje y tengo que recoger las tiendas improvisadas. También tengo que hacer el inventario, de nuevo. Maldita sea parece que lo único que hago es el inventario. Que no se me olvide que también tengo que hacer los horarios para las guardias y planear el siguiente descanso. Como también quiero que todos sigan con su entrenamiento, gracias a los dioses no hemos tenido un ataque de los soldados rojos últimamente, pero estar listos nunca está de más.

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