Querido Ocean:
Hoy estabas con la mirada decidida de hacer algo, te miraba de reojo y tenias una rosa con una carta. De repente sentí celos de la persona que tenia esa suerte de recibir aquella rosa.

Ya habían terminado las clases y seguías mirando aquella rosa. Estabas decepcionado de no atreverte a entregarla.

Yo también estaba decepcionada por no atreverme a hablarte.

Querido OceanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora