El dueño quería mucho a Iseei pero resulta que el cantante no había llegado todavía y la gente se estaba desesperando ya que aparte de la deliciosa comida del lugar les encantaba la música Así que le pidió por favor a issei que si podía
Cantar aunque sea dos canciones aunque estaba un poco nervioso iseei aceptó ya que ese hombre era como su padre y no lo quería ver triste además le informó que el cantante solo tardaría unos 10 minutos en llegar
Bueno querido público me presento soy iseei y me gustaría cantar unas canciones
Y
Todos le aplaudieron a Iseei pero la alegría de issei se esfumó para dar paso a un shock y un frío recorrió su cuerpo al ver a quién estaba sentada en una de las mesas del restaurante y le sonreía
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Era ella la última mujer que lo destrozó y la que quería olvidar para siempre
MAKIMA
Era una tarde lluviosa cuando Issei, con el rostro magullado y el corazón herido ya que no entendía porque lo odiaban ya que otra vez lo golpearon pero en eso se encontró con una mujer que cambiaría su vida para siempre. era Makima, con su sonrisa amable y su aura de poder, lo acogió en sus brazos, brindándole el consuelo que tanto necesitaba. Desde ese momento, Issei y Makima comenzaron a pasar mucho tiempo juntos, disfrutando de citas en restaurantes elegantes y tardes de compras. Para Issei, el dinero de Makima no significaba nada; lo que realmente valoraba era el amor y la seguridad que sentía en sus brazos, algo que nunca había experimentado antes.
Sin embargo, con el tiempo, Makima comenzó a distanciarse. Issei notaba cómo sus abrazos y palabras de cariño eran recibidos con frialdad y molestia. Desesperado por entender qué estaba pasando, Issei decidió seguirla un día, solo para descubrir una verdad devastadora: Makima había comenzado a salir con otro hombre, Rex, quien era más musculoso, más alto y más guapo que él. La visión de Makima y Rex entrando juntos a un hotel rompió el corazón de Issei en mil pedazos.
Lleno de ira y dolor, Issei confrontó a Makima al día siguiente. En un arrebato de furia, golpeó a Rex, esperando que Makima entendiera su sufrimiento. Pero en lugar de consolarlo, Makima, con una mirada fría y calculadora, ordenó a sus guardias de seguridad que sacaran a Issei del lugar y le dieran una golpiza. Antes de que lo dejaran ir, los guardias le advirtieron que si volvía a acercarse a Makima, lo matarían.
Issei, al salir de su recuerdo, se encuentra con Makima, la mujer que le rompió el corazón y lo traicionó. A pesar de su sonrisa y saludo, Issei no puede olvidar el dolor y la amenaza que ella representa. Recordando cómo ella mandó a sus matones a golpearlo y lo amenazó de muerte, y cómo la vio entrar a un hotel con otro hombre llamado Rex, Issei decide irse rápidamente al terminar su turno, bajo la atenta mirada de Makima.
Sin embargo, antes de que pueda escapar, unos sujetos lo noquean y lo suben a una camioneta.
Issei despierta y se da cuenta de que está amarrado a una silla. De repente, escucha una voz familiar que dice: “Veo que ya despertaste, mi amor”. Para su horror, es nada más y nada menos que Makima, quien lo saluda con una sonrisa siniestra y le dice: “¿Cómo amaneció mi querido esposo?”.
Issei, con una mezcla de furia y desesperación, responde: "¿Esposo? Yo no soy tu esposo. Mejor libérame y vete con tu estúpido caramelito, Rex." Pero antes de que pueda decir más, Makima lo cachetea con fuerza, interrumpiéndolo.
Con una mirada llena de ira, Makima le dice: "¡No menciones el nombre de ese maldito que destruyó nuestra hermosa relación! Como tu esposa, te prohíbo que vuelvas a mencionar ese nombre." Su voz está cargada de enojo y posesividad.
La tensión en la habitación es palpable.
Issei se queda callado, procesando la situación. Makima sonríe de repente, y su personalidad cambia drásticamente. Con una voz más suave y nostálgica, dice: "Recuerdo cómo estabas triste y siempre venías a mis brazos, llamándome 'mami'."
Mientras habla, una oleada de recuerdos inunda la mente de Issei. Momentos de vulnerabilidad y cercanía con Makima, tiempos en los que él buscaba consuelo en ella, resurgen con fuerza. Estos recuerdos mezclan sentimientos de dolor y añoranza, complicando aún más sus emociones.
Makima, con una expresión de tristeza y rabia mezcladas, continúa: "Todo era hermoso hasta que ese maldito se interpuso entre nosotros." Sus palabras están cargadas de resentimiento y dolor, reflejando la intensidad de sus sentimientos.
Issei, aún atado a la silla, siente una mezcla de emociones. Los recuerdos de los momentos felices con Makima se entrelazan con el dolor de la traición y la violencia que sufrió. La situación es tensa y compleja.
Makima, con una sonrisa que mezcla dulzura y locura, se acerca a Issei y le acaricia el rostro. "Mi bebé," dice con una voz suave pero cargada de una peligrosa intensidad, "¿recuerdas cómo solías venir a mí cuando estabas triste? Siempre buscabas consuelo en mis brazos."
Issei, aún atado a la silla, siente un escalofrío recorrer su espalda. Makima continúa, sus ojos brillando con una mezcla de amor obsesivo y celos: "Todo era perfecto hasta que ese maldito se interpuso entre nosotros. Pero no te preocupes, mi amor. Ahora estamos juntos de nuevo, y nadie podrá separarnos."
Ella se inclina más cerca, susurrando en su oído: "Eres mío, Issei. Siempre lo has sido y siempre lo serás. Nadie más puede tenerte." La intensidad de sus palabras y la cercanía de su presencia hacen que Issei se sienta atrapado, sin saber cómo escapar de esta situación.
Con mákima la cual le daba de comer a su iseei mientras esté la ve con odio y ella solo le sonrie por qué sabe que su querido y amado esposo Issei se quedará con ella
Makima, perdida en sus pensamientos, imagina tener a Issei entre sus brazos, alimentándolo mientras él la mira con odio. Su sonrisa refleja la certeza de que su querido y amado esposo Issei se quedará con ella para siempre.
De repente, una voz la saca de su ensoñación. Es el mesero, que la mira con curiosidad. Makima parpadea, dándose cuenta de que todo había sido una fantasía. Su mente se había desviado, llevándola a un mundo donde Issei estaba a su merced.
Nota del autor Jajaja pinche loca creyó que era realidad su fantasía 😂 Yo soy el que decide aquí
Makima, frustrada al darse cuenta de que todo había sido solo una fantasía, maldice en voz baja. Sin embargo, su determinación se fortalece. "Haré que esta fantasía se convierta en realidad," piensa para sí misma. "Mi bebé Issei volverá a mí."
Con una sonrisa siniestra, Makima sale del restaurante, su mente ya trabajando en un plan para recuperar a Issei y sanar su corazón roto. Cada paso que da está lleno de propósito, decidida a hacer lo que sea necesario para tener a Issei de vuelta en su vida.
No te preocupes bebé tu mami te consentira y te dará tu leche materna para que duermas
Jajajajajaja
Nota este solo es un capítulo de relleno pero si es parte de la historia principal Bueno me despido
