CAPITULO I

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La actual presidenta de México se estaba alistando para ir a presentar el programa titulado "la mañanera del pueblo" estaba casi lista lo único que le faltaban eran sus accesorios así que se dirigió hacia su tocador para poder agarrar unos aretes(pendientes) de su joyero que hicieran contraste con su traje azul turquesa. Se probó varios, pero sentía que ninguno le quedaba, hasta que dentro en el fondo de este estaba una pequeña cajita gris que ni se acordaba que la tenía ahí, pero si recordaba quien se la había dado...Aquella mujer que era su antigua amiga y antiguo amor que a pesar de jamás le dijo lo que sentía para ella siempre sería su gran y único amor.
Amor -se escucha la voz de su esposo, Jesús Tarriba al acercarse a su habitación -¿Sí? -contesta eliminando los pensamientos de aquella mujer que había quedado como marca de hierro fundido en su corazón y que nadie pudo eliminar aquellos sentimientos tan hermosos y prohibidos, ni siquiera su ahora esposo- Se te está haciendo tarde para ir a presentar el programa-dice al entrar a la habitación - Wow, querida que hermosa te ves-dice admirando a la mujer que tanto adora- Gracias amor-responde con simpleza, pero con cariño mientras se coloca los con delicadeza los aretes -¿Esos pendientes son nuevos? -pregunta-Nunca te los había visto.
No, ya los tenía, me los he puesto solo un par de ocasiones y como hace mucho no me los ponía, decidí que ya era tiempo- dice suspirando al final de esa frase, la verdadera razón es que era que aquellos aretes eran algo muy especial e invaluable que atesoraría con el corazón, el alma y la mente aquel par de joyas- Oh, pues son muy hermosos-la mira con la ternura pintada en sus ojos- ¿Nos vamos?
Gracias -le sonríe y guarda aquella cajita en su joyero para después caminar y quedar frente a él- vamos, la puntualidad y la responsabilidad es la mayor virtud de una persona -se coloca su saco a juego con su pantalón y sale caminando con la elegancia y serenidad que la caracteriza -
El camino hacia el lugar donde se transmitía el programa fue tranquilo, apenas e intercambiaron palabras, y sí esto era usual no eran personas de muchas palabras, disfrutaban de su tiempo en silencio
Ella estaba muy concentrada, tocaba suavemente uno de sus aretes, por más que quería pensar en otra cosa, ella llenaba sus pensamientos, su corazón latía de emoción recordando los momentos que pasó a su lado, incluyendo los acontecimientos vividos durante los debates; se sentía tan feliz en esos momentos, porque sabía que tenía toda la atención de su amada solo para ella, claro que fingía que no le importaba
Aunque quería hablar con ella sabía que podía meterla en problemas si hacía eso así que nunca buscó tener interacción con ella fuera de las cámaras. Estaba tan en lo profundo de sus pensamientos que no había sentido que el auto se había estacionado y mucho menos escuchó a su esposo hablarle.
¡Claudia! -dice con voz energética viendo a su esposa con la mirada perdida en la calle que miraba a través de su ventana -¿Eh? -responde al salir de su ensoñación- Ya llegamos, estabas tan perdida que no lo notaste ¿En qué tanto pensabas? -preguntó en tono neutro-
Estaba repasando los temas de los que hablaré en el programa -dijo sin titubear, pero con el corazón acelerado, agradecía a Dios que no supiera leer mentes porque si no estaría en problemas- Oh, bueno, vamos que ya llegamos -dice bajando del carro- Claudia no emitió palabra alguna solo se bajó en silencio y empiezo a caminar hacia adentro del lugar. ¿Lista? -le pregunta su esposo-Claro, ya lo hice el día de ayer y al pueblo le encantó, espero que esto ayude, aunque sea un poco para hacer entrar en razón al pueblo-dice suspirando al final de dicha oración - Eres grandiosa, amor, tú puedes, ahora ve y demuestra porque eres la primera presidenta en la historia de este país -le da alientos con una suave sonrisa- Gracias, cariño-agradece y camina hacia el podio donde estaba empezando la grabación del programa -
El programa siguió su curso natural, Claudia estaba muy concentrada en las cosas que estaba diciendo, pero una idea se le vino a la mente, ¿Xóchitl veía este programa? ¿Le agradará el programa? Mientras pensaba se quedó en silencio, aunque pronto se recuperó y siguió el programa; lo que no sabía es que, sí, Xóchitl no se perdió ni su toma de posición ni la protesta, y ahora tampoco se perdía sus mañaneras, le encantaba verla, su seriedad le hacía sentir orgullosa de ella; seguía mirándola hablar atentamente cuando notó algo, los aretes que traía puestos, eran los mismos que le había regalado aquel verano del 2018. Su corazón latía de emoción, pues creía que ella había tirado todo lo que tendría que ver con ella. ¿Ella recordará que yo le di esos aretes? -susurró, aunque no había nadie más en su casa que pudiera escucharla- Siguió viendo el programa tranquilamente pero no podía quitar los ojos de esos aretes recordando el día que se los regaló.

Esa tarde de verano se iban a ver para festejar su aniversario de amistad, aunque a Xóchitl le gustaba llamarlo internamente como "aniversario del día que conocí al amor de mi vida" a ella misma le causaba gracia ya que había sido muy extraño como se conocieron cuando accidentalmente chocaron en uno de los pasillos del palacio nacional, las primeras impresiones no fueron muy positivas ya que la cara de seriedad que se cargaba Claudia le dio escalofríos no sabía quién era pero sabía que trabajaba para morena ya que traía un chaleco guinda con el logo de dicho partido.
Disculpa, no miré a donde iba-Dijo Xóchitl levantándose ofreciéndole su mano para ayudarla a levantarse -No te preocupes, yo también venía distraída-Dijo Claudia mientras Xóchitl tomaba la mano de Claudia que estaba fría y hacia contraste con su mano tibia, no sabía por qué, pero le había llegado un pensamiento fugaz de que la mano de ella se sentía muy bien y no quería soltarla- y ¿cómo te llamas? -pregunta cuando al fin suelta su mano-
Claudia Sheinbaum Pardo y ¿tú? -dice acomodando nerviosa su chaleco que traía puesto-Xóchitl Gálvez Ruiz un placer conocerte -la miraba analizando en su mente su cuerpo notando que estaba un poco nerviosa, lo que no sabía era el por qué, pero lo atribuyó al choque accidental que tuvieron- Bueno debo irme a mi oficina -comentó Claudia - ¿Quisieras ir más tarde a comer conmigo? -la miró a los ojos con una mirada que no supo cómo interpretar - Claro, me gustaría -le sonrío ampliamente-Perfecto, entonces, ¿nos vemos en la puerta de la entrada a las tres? -preguntó mientras Xóchitl se sentía como hipnotizada- Claro, ahí nos vemos- respondió y con una sonrisa se despidieron.-
Esa tarde fue fantástica, platicaron de todo y de nada descubrieron que tenían mucho en común y se sentían muy cómodas una con la otra, parecía que se conocían de hace mucho tiempo. Esa tarde se pasó más rápido de lo que hubieran querido, pero sabían que tenían que regresar a sus casas.
Me divertí mucho, deberíamos salir de nuevo -dijo Xóchitl al salir del lugar donde estaban comiendo que era un tipo de establecimiento que vendía comida casera que en la ciudad era conocido popularmente como fonda- Claro que sí, yo encantada -la miró directamente a sus ojos mientras ella se sentía pequeña frente de ella, sentía su corazón latir contra su pecho eso es algo que nunca había experimentado ni con su esposo- Perfecto, entonces, nos vemos luego- la emoción de Xóchitl era palpable aunque no quería demostrarlo se notaba en sus ojos-
Después de despedirse el regreso fue tranquilo. Al llegar a sus casas a sus familias les resultó extraño su comportamiento y más a sus hijos ya que se les hacía raro que llegara de un humor tan feliz, incluso su aura era brillante, así como la sonrisa que tenía.
Siempre le sacaba una sonrisa recordar dicho momento, estaba tan inmersa en sus pensamientos que no notó que su celular estaba sonando, cuando volvió en sí contestó antes de que la otra persona colgara.
¿Hola? Oh, hola Clau -dijo reconociendo la voz de su amiga a través de la bocina del celular- ¿ya éstas lista? -Se escucha que le pregunta- Sí, ya bajo -responde tomando su suéter y una pequeña bolsita color guinda en donde tenía el regalo de aniversario que había comprado- Está bien -cuelga y guarda su celular para bajar a donde se encuentra Claudia- ¡Claudia! -corre a abrazarla y su amiga la acoge en sus brazos- te extrañe -dijo mientras aspiraba discretamente el perfume de su amiga, no sabía por qué pero le traía calma oler su perfume- yo también, Xo-le sonrío con esa sonrisa ligera que tanto le gustaba a xochitl-¿Vamos? -pregunta separándose del abrazo- Claro que sí, pero antes-estira la mano en la que tenia la bolsita- feliz aniversario-La cara de Claudia era de asombro e ilusión y con esas emociones toma la bolsita- ay, Xo, no tenías que molestarte-Abre la bolsita, saca la cajita y la abre viendo que son un par de aretes- ¡Que hermosos! Gracias, linda -los saca y se los prueba- ¿Qué tal? -preguntó - Te quedan hermosos, y te quedan de acuerdo al vestido que tienes puesto -Le sonríe- ahora sí, vámonos-toma su mano y salen dispuestas a irse y disfrutar su tiempo juntas. -
Aunque tuvieron muchos momentos bonitos, ese día siempre será su momento favorito sin dudas.
No había notado que el programa estaba por acabarse y sentía la necesidad de llamarla, pero no lo creía correcto ya que desde aquella tarde donde cortaron la comunicación no volvieron a hablar, ni siquiera en los debates, ni siquiera la había mirado ni durante el debate ni cuando se apagaron las cámaras, le dolió, pero sabía que era lo mejor era estar así separadas.
Pero bueno, uno nunca sabe lo que le depara el destino ¿verdad? La vida sorprende en algunas ocasiones.

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Holaaaa este es el.primer capitulo, espero les guste.

No vemos en el siguiente capítulo.

BYE💫

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