Capítulo 10

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Andrew se había ido hace unos minutos y Carina noto que Damiano tenía sueño, le dijo que era hora de dormir él acepto y fue a su cuarto para colocarse el pijama, se despidió de la rubia con un abrazo y un beso, ella le dijo a Maya que volvía en un momento pues iba a ayudarlo a prepararse para ir a dormir

Después de varios minutos salió a de la habitación se acerco a la cantante y le dio un corto beso en los labios, la abrazó y metió su cabeza en el cuello de la rubia llenándose del olor característico de ella que la volvía loca -entonces, ¿no vas a decirme que te dijo mi bambino? – le da besos en el cuello y escucha un leve gemido y sonríe -mmm... no eso es entre... él y yo- se separa un poco y la mira a los ojos -solo debes saber que tienes un hijo que te ama tanto- el aliento de Maya acarició los labios de la italiana y la beso con pasión sus manos se enredaron en el cabello castaño y sedoso de Carina que no pudo evitar el gemido que salió de su boca, puso sus manos en la cintura acercándola más mientras la rubia empujaba su lengua dentro de su boca, el beso se rompió después de unos minutos más de sus lenguas batallar, sus cuerpos seguían unidos y se miraron fijamente hasta que Maya rompió el silencio -ya me voy, necesitas descansar

-no, no te vayas quédate esta noche- le dijo mientras le daba besos en la mejilla y luego bajaba para su cuello

-mmm, me vas a volver loca Carina, si sigues haciendo eso no respondo por mis acciones

Se acerco a su oído y le susurro -quiero ver de que eres capaz- y se alejo para mirarla a los ojos y lo que vio le erizo la piel, el azul que tanto amaba había desaparecido y ahora estaban sus pupilas dilatadas haciendo que sus ojos se volvieran negros, con voz ronca le respondió Maya -vamos a tu cuarto- Carina la soltó de la cintura y le tomo la mano para guiarla hasta su habitación

La luz de la luna se filtraba por la ventana estaban de pie una enfrente de la otra mirándose fijamente, había algo en la forma en que la miraba, una combinación de deseo y adoración, que hacía que el corazón de Carina se acelerara, con un movimiento delicado, la rubia se inclinó hacia adelante, sus dedos trazaron un camino suave por el brazo de la italiana, desde su hombro hasta su mano, como si cada parte de su piel mereciera ser descubierta lentamente, no tenía prisa, quería tomarse su tiempo, había una conexión profunda que las llevaba a moverse al unísono, como si sus cuerpos supieran exactamente lo que el otro necesitaba, Carina cerró los ojos por un momento, disfrutando de la suavidad del toque de Maya, y cuando los volvió a abrir, el aire a su alrededor parecía más denso, cargado de emoción, Carina la miró con una intensidad que hizo que Maya se sintiera vulnerable y fuerte al mismo tiempo

Carina se inclinó más cerca, hasta que sus labios estuvieron a milímetros de los de Maya, pero en lugar de besarla de inmediato, se detuvo, quería saborear el momento, dejar que ese instante se grabara en sus memorias para siempre Maya, sintiendo la proximidad, cerró la pequeña distancia entre ellas y sus labios finalmente se encontraron en un beso y a medida que el beso continuaba, algo dentro de ellas cambió, la suavidad dio paso a una pasión contenida que comenzó a desbordarse, las manos de Maya se movieron hacia el rostro de Carina, mientras el beso se profundizaba, cada segundo más intenso, el calor de sus cuerpos aumentó, y pronto sus respiraciones comenzaron a mezclarse, cada una absorbiendo el aliento de la otra, como si compartieran algo más que el aire

Las manos de Maya se movieron con suavidad por el cuerpo de Carina, como si quisiera memorizar cada contorno, cada curva, como si ese momento fuera algo sagrado, fue quitándole primero la camisa y luego quitándole el sostén con agilidad, al verle los senos la rubia no se aguanto más y se llevo un pezón a su boca y gimió al sentir lo duro que se ponía, lo chupo y paso su lengua saboreando la dulce piel, Carina gemía y se arqueaba ante el contacto mientras la rubia seguía deleitándose, fue bajando sus manos para desabrochar el pantalón de la italiana soltó el pecho izquierdo no sin antes morderlo y siguió besando el abdomen, fue bajando se detuvo un momento para mirarla a los ojos y preguntarle con la mirada, rápidamente ella asintió con la cabeza mordiéndose el labio, la llevo hasta la cama y Carina se acostó Maya estaba de pie admirando el cuerpo de esa diosa, mirándola con deseo -Dios eres tan... no creo que exista una palabra para describirte- se lamio los labios y se arrodillo, comenzó besando el tobillo e iba subiendo lentamente luego mordió el muslo interno, Carina se retorcía Maya la estaba volviendo loca de deseo estaba a punto de decirle que la follara de una buena vez pero su voz no salió

Eres todo lo que siempre quiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora