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Dieciséis de agosto, día de el cumpleaños número dieciséis de Alan Argent y, número diecisiete de una amiga de la infancia de Stiles, por lo que la chica invitó al Stilinski junto a sus amigos.
Scott, realmente no tenía muchos ánimos para fiestas, pero no podía evitar querer divertirse un poco y olvidar el tema incómodo con Allison.
Alan solo esperaba a que sus dos mejores amigos se perdieran y lo dejaran sólo para encontrarse con Derek Hale.
Cuando al fin logró su cometido de quedar sólo, salió de la casa y caminó por la solitaria carretera, la cual dejaba ver el bosque frondoso y espeso; la luz de la luna caía por el lugar, tan brillante y plateado como los ojos sobrenaturales de Alan Argent.
El Omega sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando vió la luna. La sensación de sus ojos comenzando a brillar se hizo presente y se asustó cuando una gran fuerza lo empujó contra un árbol acorralandolo allí. Levantó su mirada y se encontró con el rostro atractivo de su alfa y sus ojos brillando de un intenso rojo.
— Derek... — saludó mientras se colgaba con sus manos del cuello de Derek y saltaba para enrollar sus piernas al rededor de la cadera del mismo. Derek no se quedó atrás y posó sus manos inquietas en el trasero del Omega.
— Mi lindo cachorro — susurró el alfa, rozando su nariz con la contraria mientras de sus labios surcaba una tierna sonrisa. Se besaron profundamente, sus labios moviéndose con parsimonia, pasando en tan solo unos segundos a un beso desesperado, lleno de deseo y sed entre si—... No sabes las ganas que tengo de arrancarte la ropa en este mismo instante y besar todo tu cuerpo.
— ¿Y que te lo impide?
Derek dejó salir una corta risa, afianzando su agarre en Alan, luego se alejó de la carretera hundiéndose en el gran bosque. Al encontrar un buen lugar, alejado de la calle y cómodo, bajó a Alan y se quitó su chaqueta y camisa, quedando con sus pantalones puestos aún. Lanzó su ropa al suelo y observó a su alrededor, antes de ir hacia su auto, el cual había dejado allí bien escondido. El Omega miraba todo expectante y atento a las acciones de Derek, este, solo sacó una sábana grande blanca con una botella de vino y dos copas.
— Que romántico — halagó Alan con una sonrisa divertida, pero a la vez tierna al ver que el alfa acomodaba la manta en el suelo junto a su ropa, pareciendo un nido tamaño humano, justo para los dos. Rió enternecido por esto y tomó asiento al lado del alfa ya dentro de aquella cómoda cama improvisada—. ¿No te da miedo de que alguien venga y nos interrumpa?
— Nadie se le ocurriría venir por estos lados a menos que esté loco — Alan ladeó su cabeza ante eso—. En este lugar frecuentan los leones de montaña, por lo que las personas prefieren no toparselos. Afortunadamente, tu novio es una criatura sobrenatural y un alfa, así que los tengo muy controlados. — el alfa le guiñó un ojo dejando salir una pequeña sonrisa ladina, contagiando su felicidad a Alan al instante. Tomó la botella de vino y vertió el líquido en las dos copas, luego brindaron— Feliz cumpleaños, cariño — Alan sonrió dándole un corto y pequeño beso en la mejilla a su alfa, para luego comenzar a tomar el vino seguido de Derek.
Quizá el vino no tenía efecto alguno sobre ellos, pero disfrutaban del sabor dulce y y la sensación caliente que les dejaba aquella bebida.
Al terminar sus bebidas, dejaron de lado todo y comenzaron a besarse en algún punto de la conversación que mantenían hace unos momentos. Alan sentado en el regazo del alfa, frotando sus caderas contra las contrarias, dejó salir varios suspiros cargados de placer junto a los de Derek.
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Teen Wolf: T3 [Derek Hale]
De TodoLuego del asunto de Gerard y el Kanima, el trío de mejores amigos decide tomar un descanso, sin embargo, no todo puede ser así de fácil. Llegan más problemas y con ello, una manada peculiar a hacer estragos en beacon Hills. (Derek Hale X Alan Argent...