Naruto - El potencial de la vorágine

Capítulo 3: Secuelas

Sala de reuniones de la Torre: Dos semanas después

Hiruzen suspiró mientras se sentaba entre los miembros del consejo, observando que todos los ninjas allí presentes estaban vendados por los combates. Incluso sus antiguos compañeros Koharu y Himura habían ayudado. Las trampas de Naruto habían detenido a muchos de los invasores, pero Orochimaru había traído ayuda barata para luchar contra la aldea y destruyó las trampas, obligando a los defensores a luchar. Naruto ayudó usando sus Clones Sombra e invocando guerreros Sapo para defender la aldea. Perdieron algunas personas, pero la invasión podría haber sido peor si Naruto no hubiera participado.

Los daños fueron de leves a moderados en las zonas periféricas de la aldea. Murieron 33 personas, algunas docenas resultaron heridas y ninguno de los suyos fue capturado. El enemigo perdió varios cientos de hombres, varias docenas de prisioneros, incluidos los hijos del Kazekage, y todos sus suministros e inteligencia. También garantizaron la seguridad de los nobles y dignatarios e impidieron que ningún combatiente enemigo se acercara a ellos.

Hiruzen era demasiado viejo para seguir ocupando ese puesto. Apenas seguía el ritmo de Orochimaru y su cuerpo ya no era lo que era. La aldea necesitaba sangre joven para dirigirla y con Jiraiya definitivamente no tomando la posición, eso dejaba sólo un candidato.

Pensó en cómo había decidido crear un Consejo Civil. Lo creó después de tomar el título de Hokage porque estaba atrasado con las finanzas de la aldea. No tenía tiempo para centrarse en la economía porque estaba ocupado defendiendo la aldea, contando las bajas y reparando los daños. Ahí es donde entró el Consejo Civil. Ayudaban con la economía y la reconstrucción. Hiruzen los mantuvo porque eran útiles, pero se volvieron arrogantes. Estaban en el consejo y ayudaban con la economía, de la que se encargaría Hiruzen cuando se fuera. También le recordaban a la gente que ésta era una aldea militar.

También iban en contra de sus órdenes de dejar en paz a Naruto y no influir en cómo lo veía la gente.

Alguien le había dicho al público que Naruto era un Jinchūriki. Ninguno de sus ninjas en el consejo era tan estúpido como para hacer eso. Si el público lo supiera, podrían matarlo o secuestrarlo. Naruto era un elemento disuasorio para la guerra, ya que nadie atacaría una aldea con un Jinchūriki que pudiera defenderse. Danzo pensaba que era un arma, pero los demás sabían que sólo era un niño. Sus emociones estaban ligadas al chakra de su Biju. Gaara mostró esto recientemente. Estaba emocionalmente roto y dejó que su demonio matara y destruyera. Naruto era importante para defender la aldea, pero seguía siendo un ser vivo y necesitaba sus emociones para funcionar. Incluso Danzo se dio cuenta de que entrenar para destruir las emociones sería más perjudicial para Naruto que cualquier otra cosa. Intentó modificarlo para que sólo amortiguara las emociones en combate, pero algunos de sus antiguos subordinados ya estaban dañados.

Ibiki había ayudado a Naruto y a Danzo enseñándole a amortiguar sus emociones en combate. Cuando todo terminó, el chico encontró un arbusto o un contenedor y vomitó. Había visto y hecho cosas terribles. Luego se recuperó. A Hiruzen no le gustaba que la generación actual tuviera que matar tan joven, pero era la guerra e inevitable. Ser ninja no era para los débiles de corazón. No era heroico. Implicaba matar, seducir, tener sexo, secuestrar, torturar y mucho más. Hiruzen sólo intentaba mantener a los más jóvenes al margen el mayor tiempo posible.

Hiruzen tenía 10 años cuando tuvo que luchar en una guerra. Sabía que te cambiaba, pero aprendes a lidiar con ello a medida que te haces mayor. Itachi era otro caso. Demostró una madurez y profesionalidad por encima de sus años. Incluso Danzo estaba impresionado con Itachi. Era un shinobi ideal. Podía usar las emociones y mezclarse completamente después. Danzo intentó recrear esto, pero su método original había tenido demasiado éxito. No podía revertirlo.