LA MARIPOSA

Capitulo V

Amira

Me despierto con pereza y solo me levanto para buscar mis audífonos de casco, vuelvo a la cama, me los pongo y reprodusco Cardigan de Taylor Swift, adoro a esa mujer.

Cierro los ojos y me relajo ya que en unos minutos vendrá Donatto a molestar, es hermoso mi niño que lo adoro con el alma, el fue mi fuerte después de lo de mamá.

-¡Amira! ¡Donatto! ¡Ya está listo el almuerzo!- dijo mi madre llamandonos para almorzar, se encargo que la carne estuviera a nuestro término medio.

Se veía hermosa con su vestido azul celeste largo y su turbante del mismo color que resaltaba su hermosos ojos, se veía cansada pero si actitud decía todo lo contrario, ella era fuerte y hermosa para mí padre, hermano y yo.

Mi tía Erika la ayudó a hacerle las cejas y solo fue eso para que ella se pusiera feliz, sus quimioterapias se estaban terminando y ella se estaba curando de sus cáncer de riñón, los médicos decian que era muy fuerte al seguir con sus terapias las cuales eran muy fuertes, y que ella era una guerrera por aguantar tanto.

-¡Angela, mami tu también ven nena!- grito mi tía Erika llamando a mi prima favorita

-¡Ya voy mami!- le gritó ella acompañada de Donatto y yo.

Estábamos buscando escarabajos y cucarachas para enfrascar y mirar por medio del microscopio que tenía mamá en su estudio, nos encantaba ver a los animales de cerca.

-Ya estamos aquí mami - le respondí a la mujer más bella para mis ojos -te ves muy linda hoy mami, igual que ayer -le di un beso en la mejilla.

-Ya ví mi amor gracias, vallan a lavarse las manos - nos pidió y nosotros salimos corriendo hacía el baño a lavarnos las manos - ¡No corran mis amores!

Dejamos de correr de golpe y marchamos como soldados hasta el cuarto de baño, nos enjabonamos y mi prima Angela hablo.

-Mi tía es muy buena - nos dijo ella jugando con la espuma - no se que regalarle para su cumpleaños - dijo haciendo un puchero con los labios.

-A mi mami no le importa lo que le des, solo mientras se lo des de corazón y amor - le respondí lavando mis manitas.

Terminamos y salimos corriendo otra vez a él jardín.

-¡Ya está mami! - grito mi hermano y yo solo corrí a sentarme al lado de ella - ¡Oye yo me quiero sentar ay! - me reprochó Donatto y yo solo le saque la lengua.

-Niños ya - dijo mi padre dandole un beso en la boquita a mamá, él desde que se casó con ella no tenía ojos para otra persona, el la amaba, la amaba mucho como a nadie mas.

-Si papito - le respondí.

Comimos en medio de risas y bromas, jugamos a la rueda rueda y comimos brownies que mamá nos hizo ese día.

Despedimos a mi tía en la puerta y mi mamá nos llevó a nuestra habitación compartida con la mitad de color azul y la otra de color morado.

-Me cuentas un cuento mami - le pedí, pero después me levanté rápido cuando mi mamá se tocó la cabeza - ¿mami estás bien?

Ella no respondió solo se levantó y busco un libro, no los leyó y nos dió un beso a cada uno en la frente.

-Buenas noches mis amores - dijo queriendose despedir.

-Mami - la llamé.

-Dime mi cielo - me respondió ella sentándose en la cama de Donatto