Pov Dominic
La cena había ido bien, tal vez mejor de lo que esperaba. Alice tenía esa habilidad especial de iluminar cualquier lugar con su presencia, y me encantaba escucharla hablar de su vida y sus pasiones. Sin embargo, había una sombra en su mirada que no podía ignorar. Desde la primera vez que la vi, supe que había algo más en su historia, algo que la hacía diferente.
Cuando mencionó a Lorenzo Rinaldi, un escalofrío recorrió mi columna vertebral. Había oído rumores sobre él, sobre su implicación en actividades oscuras y su conexión con el submundo criminal. Alice no tenía idea de en qué se estaba metiendo. A pesar de que había hecho todo lo posible para protegerla, me preocupaba que su búsqueda de la verdad pudiera ponerla en peligro.
Mientras caminábamos por la ciudad, la miré de reojo. La luz de la luna iluminaba su rostro, y en ese momento, supe que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para protegerla. No importaba cuán peligroso se volviera, no iba a permitir que se lastimara.
Cuando llegamos a la azotea, la vista era impresionante. Las luces de la ciudad brillaban como estrellas, y por un momento, me sentí agradecido de poder compartir ese instante con ella. Pero no podía sacudirme la sensación de que algo oscuro se cernía sobre nosotros.
-Espectacular, ¿verdad?-
-Sí, es increíble. Me gusta este lugar.-
Alice se veía perdida en sus pensamientos, y eso me preocupaba. Su mente parecía estar llena de dudas y miedos. Me acerqué a ella, buscando una conexión, algo que la hiciera sentir que no estaba sola.
-Alice, quiero que sepas que estoy aquí para ti. No importa lo que pase, siempre estaré a tu lado.-
Pude ver cómo sus ojos se suavizaban. Me sentía en la cuerda floja, ya que sabía que ella estaba luchando con su pasado. Pero no podía hacer nada sin su permiso.
-Gracias, Dominic. Realmente lo aprecio. Pero hay algo que tengo que enfrentar antes de que podamos seguir adelante.-
Sus palabras resonaron en mí. Quería gritarle que no se metiera en eso, que olvidara a Rinaldi y dejara las cosas como estaban. Pero sabía que eso no era una opción. Alice era fuerte, incluso si no se daba cuenta. Esa fuerza era lo que me había atraído hacia ella.
Cuando regresamos a su apartamento, la atmósfera era tensa. Podía sentir su angustia. La dejé en la puerta, deseando poder aliviar su carga.
-¿Quieres que te lleve a casa?-
Ella asintió, y mientras la conducía, me encontré pensando en lo que había descubierto sobre su familia. Sabía que la tragedia que había sufrido la había dejado cicatrices profundas. Esa búsqueda de venganza que percibía en su voz me hizo sentir inquieto. Quería ser su refugio, pero sabía que el camino que estaba tomando era peligroso.
Alice era un enigma, y yo quería descifrarla. Cada momento que pasaba con ella aumentaba mi deseo de protegerla, pero también de conocerla más profundamente. Tenía que hablar con mis contactos sobre Rinaldi. No podía permitir que se acercara a ella, no mientras ella se empeñaba en buscar respuestas.
Al llegar a su apartamento, me giré para mirarla.
-Alice, te prometo que haré todo lo posible para ayudarte. No estás sola en esto.-
Ella sonrió, pero pude ver la lucha interna en su rostro. Me daba miedo perderla. Sabía que sus demonios podían ser más fuertes que cualquier cosa que pudiera ofrecerle. Pero también sabía que no podía dejarla luchar sola.
-Gracias, Dominic. Significa mucho para mí.-
La miré a los ojos, sintiendo una conexión más fuerte que nunca. Pero las sombras del pasado seguían acechando. No podía permitir que Rinaldi se interpusiera entre nosotros.
-Voy a investigar a Lorenzo. Necesito saber todo lo que pueda sobre él, y lo haré rápido.-
Alice se tensó, pero luego asintió.
-Está bien. Solo ten cuidado.-
Mientras me alejaba de su apartamento, la preocupación se apoderó de mí. Sabía que estaba adentrándome en un territorio peligroso, pero no podía dejar que el miedo me detuviera. Había algo en Alice que había despertado en mí una nueva determinación. No iba a permitir que la sombra de su pasado la alcanzara.
Al llegar a casa, me senté frente a mi computadora y comencé a buscar información sobre Rinaldi. Necesitaba descubrir quién era realmente y qué tenía planeado. No iba a dejar que nadie le hiciera daño a Alice. Era mi prioridad protegerla, y haría lo que fuera necesario.
Las luces de la ciudad brillaban a través de la ventana, pero mi mente estaba lejos de aquí, centrada en la única mujer que había logrado romper las paredes que había levantado alrededor de mi corazón. Con cada palabra que pronunciaba, me sentía más involucrado en su vida, y no podía retroceder.
Y bien, ¿qué creen que pasará? Los leo 👀
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Una reina para el rey
RomanceDominic Ivanov, el implacable rey de la mafia rusa, busca una reina que pueda igualar su poder y sabiduría. Su fiel amigo y guardaespaldas Angelo, le presenta a numerosas candidatas, pero ninguna está a la altura. Todo cambia cuando conoce a Alice C...