Una Nueva Era

**Capítulo 3: El Encuentro en la Sombra**

La noche había caído sobre el bosque, envolviendo todo en una oscuridad casi impenetrable. Sakura avanzaba con cautela, sus sentidos alerta ante cualquier ruido o movimiento. De repente, una figura salió de las sombras, enfrentándola directamente.

—Sakura Haruno, sabía que vendrías —dijo Orochimaru, su voz siseante y llena de malicia.

—Orochimaru... —respondió Sakura, preparándose para la pelea—. ¿Dónde está Sasuke?

—¿Y por qué habría de decírtelo? —rió Orochimaru, disfrutando de la tensión en el aire—. Pero puedo asegurarte que está más allá de tu alcance.

Sin perder un segundo, Sakura lanzó un kunai directo a Orochimaru, quien lo esquivó con facilidad. El sonido del metal cortando el aire rompió el silencio de la noche.

—Veo que no has perdido el tiempo, niña —comentó Orochimaru, mientras se deslizaba entre los árboles con la agilidad de una serpiente.

Sakura respondió con un golpe devastador que hizo temblar el suelo, rompiendo raíces y rocas. Pero Orochimaru ya no estaba allí.

—No creas que voy a rendirme tan fácilmente —gritó Sakura, su voz firme a pesar del peligro.

—Eso espero —contestó Orochimaru desde algún lugar cercano, su voz resonando como un eco—. La caza es más divertida cuando la presa lucha.

En ese momento, Sakura percibió un movimiento a su izquierda. Giró rápidamente y vio a Orochimaru lanzándose hacia ella con una velocidad increíble. Bloqueó su ataque con sus brazaletes, pero el impacto la hizo retroceder.

—Eres fuerte, pero no lo suficiente —dijo Orochimaru, mostrando una sonrisa siniestra.

Sakura no respondió. En lugar de eso, se centró en la batalla, usando todas sus habilidades para mantener a raya a su enemigo. Golpes y patadas se intercambiaban, cada uno tratando de superar al otro.

De repente, Sakura vio una oportunidad. Con una rapidez impresionante, realizó un sello de mano y lanzó una ráfaga de chakra que desestabilizó a Orochimaru, obligándolo a retroceder.

—Esto no ha terminado, Sakura —dijo Orochimaru, desapareciendo en la oscuridad—. Nos volveremos a ver.

Respirando con dificultad, Sakura miró a su alrededor, asegurándose de que estaba sola de nuevo. La batalla había sido intensa, pero había logrado salir con vida. Sabía que Orochimaru no mentía; volverían a encontrarse.

Con el corazón aún acelerado, Sakura continuó su camino, sabiendo que cada paso la acercaba más a Sasuke. La oscuridad del bosque no era rival para la luz de su determinación.

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Mientras tanto, en Konoha, la ausencia de Sakura no había pasado desapercibida. Solo Naruto, Kakashi y Tsunade conocían la verdad detrás de su partida, pero eso no significaba que la preocupación no se extendiera por toda la aldea.

Naruto había leído la nota que Sakura dejó antes de marcharse.

—Kakashi-sensei, Tsunade-sama, Naruto —comenzó la carta—. No puedo quedarme en Konoha mientras Sasuke está fuera. Tengo que encontrarlo y traerlo de vuelta. Por favor, entiendan mi decisión. Volveré con él, lo prometo. —Sakura.

Naruto estaba inquieto, sus pensamientos volaban constantemente hacia Sakura. Una tarde, se encontró con Kakashi en el memorial de los héroes caídos.

—Kakashi-sensei, ¿crees que Sakura estará bien? —preguntó Naruto, su voz llena de preocupación.

—Sakura es más fuerte de lo que muchos piensan, Naruto —respondió Kakashi, con su tono calmado—. Además, tiene una determinación que pocos pueden igualar. Confía en ella.

Tsunade, por otro lado, no podía evitar preocuparse. Sabía que Sakura era capaz, pero los peligros que enfrentaría eran muchos.

—Shizune, ¿hay alguna noticia de Sakura? —preguntó Tsunade, mientras revisaba unos pergaminos en su oficina.

—No, Hokage-sama. Pero estoy segura de que está bien. Sakura ha crecido mucho bajo su tutela —respondió Shizune con una sonrisa reconfortante.

La vida en Konoha seguía, pero la ausencia de Sakura se sentía como un vacío. Todos confiaban en que ella regresaría, pero la incertidumbre pesaba en sus corazones.