14

175 33 7
                                    

Tomas

Llegué a mi departamento luego de llevar a Andrea a la casa de mi amigo, suspire sabiendo que todo lo que estaba haciendo esta mal, mi mente viajo al momento en el que sus labios y los míos se unieron sin pensar en las consecuencias de nada.

Deje caer mi cuerpo sobre mi cama, mi mente viajaba de un lugar a otro, una parte decía que estaba bien y otra parte decía que estaba completamente mal. Tenía un diablito y un angelito en mis hombros en estos momentos.

¿Cómo era posible que estuviera dándole tantas vueltas a ese asunto?
Fue solo un beso, nada más que eso.

Repetí una y otra vez en mi cabeza, solo fue un beso y nada más, pero me estaba volviendo loco por un beso.

[...]

Andrea

Mire en dirección a la tv, estábamos todos viendo un partido de futbol, realmente no entendía nada, pero era para no estar tanto tiempo en mi pieza.

Mi papá entro con cajas de pizza por lo que todos mis tíos celebraron, reí ante la cara de felicidad de mi tío Mau. El ruido de la puerta hizo que todos voltearan a ver con confusión, Tomas apareció en la vista, trague saliva cuando su mirada y la mía se cruzaron, pero el quito la mirada rápidamente.

Otra vez había desaparecido, pero esta vez, nadie había sabido nada de él, ni siquiera mi papá.

—Cenfeee—habló mi papá animadamente.

—¿Donde mierda te habías metido?—preguntó mi tío neo.

—Estaba en Neuquén—habló restándole importancia, quite mi mirada de él y volví a mirar la tv. Me acurruque en los brazos de mi mamá, miraba el partido, pero mi mente estaba en otra cosa.

Sentía la mirada de Tomas de vez en cuando, pero no voltee a ver nunca, aunque si quería voltear.

Mi tío Mau miraba la situación sin entender nada, pero prefirió fingir demencia y continuó viendo la tv.

Mis tíos gritaban por cualquier cosa y reían por todo, reí al escuchar a mi tío neo hablar. Tomas me miro sin disimulo alguno, volteé encontrándome con sus ojos, quito la mirada rápidamente y suspiro.

Me moví para ir a la cocina, tenía sed, pasaron unos segundos cuando sentí a alguien entrando a la cocina, reconocí su mirada al segundo. Volteé encontrándome con Tomas mirándome fijamente.

—¿Me podes pasar un vaso?—hablo como si nada, asentí y se lo pase.—¿Me vas a seguir viendo así?—preguntó de mala manera, lo que faltaba, que volviera el Tomas arrogante.

—Sos bipolar—fue lo único que mencioné antes de salir de la cocina.

Desaparece, vuelve como si nada y me habla mal, tiene serios problemas.

08/10/2024
—LittleGirl

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐇𝐢𝐣𝐚 𝐝𝐞 𝐇𝐨𝐦𝐞𝐫 | 𝐂.𝐑.𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora