Todos en el dormitorio lo saben:
El gran bebé alfa del grupo, Gunwook, está enamorado de su pequeño hyung omega Matthew.
Al principio tú estarás como “sí, es un enamoramiento leve, ya se le pasará”, porque le ha ocurrido a Gyuvin con Hao y a Ricky con Jiwoong, pero en esta ocasión no es así, porque lo que siente Gunwook va más allá de lo que te imaginas. Su amor atraviesa barreras y se inclina ante lo auténtico, ante lo que él llama “genuino”. Porque ama de verdad a Matthew, y estaría dispuesto a hacer cualquier cosa, de verdad, cualquier cosa, con tal de que sea correspondido.
Pero… Es complicado.
Matthew no parece sentir lo mismo.
Sí, le gusta abrazar al bebé alfa, le gusta dejarse besuquear y adora cuando lo impregna con su olor. Se siente protegido, y aunque es culpa de sus instintos omegas, también culpará al hecho de que le encanta ser mimado y querido.
No es exclusivo, a Matthew le gusta incluso que lo hagan los demás alfas del grupo, como Hanbin, Gyuvin y Jiwoong, hasta sus propios omegas, ya sabes, Ricky, Hao y Taerae, y el cachorro sin presentar, Yujin. Al fin y al cabo, todos son una manada y se cuidan el uno al otro. Necesitan estar en las buenas y en las malas, porque es de esta manera cómo se solucionan los problemas.
Sin embargo, Gunwook es el único que no lo entiende:
Él quiere a su hyung para sí mismo.
Se pone muy testarudo y terco cuando lo ve ir en busca de los otros, especialmente Jiwoong. Refunfuña y se muerde el labio inferior hasta el punto de hacerse daño. Sus feromonas se tornan agrias y amenazan con ahogar al ambiente hasta que su olor sea lo último que perciba su manada, en clara señal silenciosa de que está molesto.
Cada que se le presenta la oportunidad, toma a Matthew de la cintura o lo sienta en su regazo, le besa, lame el cuello y lo perfuma con su esencia, de esa manera, su hyung queda con algún tipo de “reclamo” encima que espanta a los demás por un rato.
Matthew no se queja. A veces piensa que Gunwook actúa de esta forma porque se ha presentado recientemente como un alfa y no comprende cómo funciona el mundo de los lobos todavía. Él, como su mayor, lo instruye y lo guía, dejándolo desahogarse con este tipo de cosas lo mejor que pueda.
Aunque hasta ahí.
Entonces…
El celo de Matthew llega temprano y sus demás compañeros omega se lo llevan a la habitación especial que ocupan para ello. Lo cuidan por un momento, sin embargo, es obvio que tarde o temprano rogará por la atención de un alfa.
Mientras tanto, Hanbin y Jiwoong discuten sobre eso, aprovechando incluso para que Gyuvin se una a la conversación. Uno de los tres debe asumir la responsabilidad de cuidar a Matthew.
Y ahí es cuando Gunwook protesta en su lugar.
Desde temprano, ha estado lloriqueando y deseando ver a su hyung sin éxito alguno. Hanbin sigue con el cuento de que no le permitirá verlo, puesto que aún es muy pronto para que cometa semejante cuidado como lo es el de un omega en celo. Tiene diecinueve; es un crío que por casualidades de la vida se presentó como un alfa, ninguno tiene idea de cómo reaccionará al estado tan vulnerable de Matthew, si lo ayudará o se descontrolará al no poder aún dominar a su lobo.
Al final, es Jiwoong quien se ofrece y Hanbin y Gyuvin están de acuerdo.
Excepto Gunwook, claramente.
Kim Jiwoong es el mejor, él lo admira y espera ser la mitad de lo genial que es a medida que pasen los años. Sin embargo, hoy Gunwook lo que siente es pura rabia y escozor, le pican las manos por hacer algo y advertirle que ni se le ocurra tocar a Matthew porque no responderá y probablemente le romperá el maldito cuello. Sí, esa última parte es su lobo interior hablando, lo que sea, no le importa. Está tan enojado y triste, que jadea pesado y las mejillas se le sonrojan.
