Mis pies seguían jugando con el agua, pensando en todo lo que había pasado, me sentía un idiota al no saber nadar, veía como papá y Max se divertían, me daban celos, quería estar allá con papá, pero sabía que eso era imposible. Chapotear era divertido, solo por el momento. Me sentía solo en la orilla, tal vez este sea mi destino, estar solo. Me asuste al ver como Max salía del agua frente mío, podía escuchar como salía una gran carcajada de él, había sacado mis piernas del agua debido al susto.
— Perdón pequeño.
A mi parecer eso no era gracioso, me moleste y creo que mi cara expresaba eso, porque Max dejo de reírse y se puso serio.
— Vi que estaban aburrido y decidí venir a divertirme contigo. — No respondí, no estaba de humor para hacerlo. — Se que te molesto mi pequeña broma, Lo siento por ello, pero eso no quita que estamos aquí para divertirnos todos. — ¿Quién se creía él para decirme que hacer? Solo el idiota de turno, — Un pajarito me ha contado que no sabes nadar, así que el día de hoy el. Max el salvavidas genial será tu maestro. — Vaya ridiculez ha dicho. —Así que el primer paso es usar nuestros flotadores en los brazos y flotar.
Me tomo por las axilas y me metió al agua, empecé a patalear lo más que podía, sentía como me hundía poco a poco, en cualquier momento estaría completamente bajo el agua, los recuerdos de cuando me ahogaba volvieron, pero en ningún momento Max me soltó, de hecho, me pego a él y trato de calmarme.
— Tranquilo Yuki, yo estoy aquí y no dejare que te ahogues. — Me daba palmadas en mi espalda de forma tranquila tratando de calmar mi llanto, mientras me susurraba en el oído. — Estas a salvo, Estoy aquí para ti.
Con ello me calme, me sentía un poco tranquilo, ya que, era cierto, no me estaba hundiendo, ni tampoco estaba en peligro, papá Checo llego con nosotros y le ayudo a Max a enseñarme a nadar. Estaba feliz, ver como papá Checo se divertía conmigo y con Max, como volvía a sonreír, todo eso me hizo ver como Max alegraba a papá. Ninguno de los dos me soltó cuando empecé a flotar o cuando empecé a dar mis primeras patadas, o cuando papá Checo jugo conmigo, Tal vez Max no es Charles o papá Kamui.
—Tranquilo Yuki, yo estoy aquí y no dejare que te ahogues. — Me daba palmadas en mi espalda de forma tranquila tratando de calmar mi llanto, mientras me susurraba en el oído. — Estas a salvo, Estoy aquí para ti.
Con ello me calme, me sentía un poco tranquilo, ya que, era cierto, no me estaba hundiendo, ni tampoco estaba en peligro, papá Checo llego con nosotros y le ayudo a Max a enseñarme a nadar. Estaba feliz, ver como papá Checo se divertía conmigo y con Max, como volvía a sonreír, todo eso me hizo ver como Max alegraba a papá. Ninguno de los dos me soltó cuando empecé a flotar o cuando empecé a dar mis primeras patadas, o cuando papá Checo jugo conmigo, Tal vez Max no es Charles o papá Kamui.
— Estoy orgulloso de ti Yuki, eres un niño bueno, nos vemos pronto. — Dijo Max despidiéndose se mí después del mejor día que he tenido y de dejarnos en casa.
Era extraño escuchar esas palabras de otra persona que no fuese papá Checo, pero me hicieron sentir bien, me emocionaba un poco volver a salir con Max.
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