Observe el llanto de los niños y personas de mi edad, corrían de un lado a otro en un caos sin control, las cenizas caían sobre los cuerpos de los jóvenes, los cuales ya habían perdido su calor, el mundo repentinamente, como capricho de Dios, había entrado en caos.
...
...
Se podía escuchar en todos los rincones de los apartamentos como dos hombres intentaban tirar una puerta abajo en el segundo piso
—Tch, se habrá escapado—
El hombre a su lado saco su celular dándose la vuelta y recostándose en la barandilla empezó a llamar a quien parecía ser su jefe.
Mientras el celular sonaba, un joven rubio caminaba por el mismo pasillo en el que estaban los hombres con traje, llevaba una bolsa con un túper dentro, se acercó al hombre haciendo una llamada y le entrego la bolsa, el cual confundido la agarro sin tener mucha idea del porqué, mientras el hombre de traje cerca de la puerta observaba confundido la situación, el joven le dio una mirada a este antes de mirar al hombre en el celular, para darle inmediatamente un golpe en la mandíbula, el cual quedo noqueado causando que se cayera por la baranda.
—¡Qué caraj! —
Al mismo tiempo que el hombre caía, un joven de pelo negro salió de la puerta en mal estado, con un bate en las manos, lo balanceo hacia la nuca del prestamista. Los jóvenes se miraron el uno al otro y salieron de la vivienda a toda velocidad, bajando por las escaleras de esta, se podía escuchar la alarma de un auto debajo de la vivienda debido al hombre que cayó sobre él.
...
—¿Qué estabas haciendo ahí? ¿No tendrías que estar en el orfanato? Pensé que había pasado algo importante —
—¿Esa es la forma en la que me agradeces?... Tuve que hacer algo cerca del distrito blanco, y pensé pasar por tu apartamento, pero bueno...No pensé que esos prestamistas fueran a plena luz del día. —
—Podría haberme encargado de esos dos yo solo...—
Riley rio ligeramente mirando a August—Jaja, claro, y las veces anteriores también ¿Verdad? —
—.....
—...August, tengo que mostrarte algo en el orfanato—
Los jóvenes conversaron mientras bajaban por unas escaleras entre unos edificios en mal estado, musgo y hierba en las escaleras y paredes, se podían ver grietas y huecos por todas partes de las mismas.
Se podían observar luces rojas incluso a tempranas horas del día, pero aún más en la noche, la piedra de color blanco resaltaba meramente en algunos edificios, aunque no se comparaba en nada a la magnitud en la que se usaba en el distrito blanco o a las murallas que rodeaban a este.
La única forma de entrar al orfanato era por unos pocos callejones, y un gran portón bajando las escaleras conectadas a este, aun así nadie las usaba, el portón estaba siempre cerrado, desde afuera debido al mal estado de este parecía que no hubiera nadie viviendo ahí abajo, exceptuando el hecho de que las llaves se habían perdido hace quien sabe hace cuanto tiempo, incluso si tuvieran las llaves no tenían ninguna razón para abrirlo, llamar la atención en esta parte del Distrito Rojo no era la mejor de las ideas.
August normalmente cuando estaba a punto de llegar entraba al laberinto de callejones, pasando desapercibido para llegar al orfanato, no era algo único de August, todos los que podían salir del orfanato seguían este patrón.
Al estar rodeado de edificios altos y abandonados, los cuales los niños usaban para jugar de vez en cuando, muy pocos sabían dónde se encontraba, incluso las casas en mal estado cerca de los edificios que rodeaban el orfanato habían sido abandonadas un largo tiempo atras, era uno de los pocos lugares en el Distrito Rojo que se podrían considerar seguros.
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