Mi hilo rojo a la mitad

Capítulo 1

Rosa Carter... Una prostituta conocida entre aquellos que iban a prostíbulos clandestinos, era famosa por ser algo joven y buena en su trabajo. Aquella mujer se "enamoró" de un cliente frecuente, Egor Agatov, un mafioso ruso conocido por ser uno de los mafiosos más peligrosos.

Ellos dos tuvieron una hija llamada Taylor, después de tener a la niña Egor desapareció, abandonó a su familia, Rosa cayó en la bebida y en la droga tanto así, que descendió a la locura y tuvo el valor de arrancarle los ojos a su propia hija.

Su excusa... Le recordaba a aquel hombre, Taylor era demasiado parecida a su padre, pero los ojos siempre son el reflejo de uno de tus padres.

Afortunadamente Taylor descubrió alguna manera de ver a las personas "¿Como? Si no tiene ojos" solo ella lo sabe.

Rosa murió poco después de que Taylor cumpliera sus 16 años, por sobredosis, y un día después del funeral llamaron a la puerta de Taylor.

—¿Quien será?—

Pregunta Taylor para si misma, levantándose para abrir la puerta, era una chica bastante linda, albina, ojos morados y un traje.

—¿Usted es Taylor Carter?—

Pregunto, tenía dos guardaespaldas a sus lados y las manos en los bolsillos de su traje, con una expresión completamente sería, ante todo.

—Eh... Si... ¿Quien eres?—

Pregunto Taylor con algo de miedo, esa chica imponía bastante, pero imponían más los guardaespaldas que se mantenían a su lado.

—Mi nombre es Elizabeth Miller—

Respondió en tono frío y autoritario.

—Me suen-—

Taylor fue inmediatamente interrumpida por Elizabeth antes de que pudiera decir algo más.

—Tal vez haya escuchado mi nombre por algún lugar, soy la mafiosa más peligrosa, y la más buscada—

Taylor se sorprendió ante la declaración de Elizabeth "¿Que hacia una mafiosa en su portal?" se preguntaba, empezó a asustarse y a pensar en millones de razones por las que aquella chica podría estar en su portal.

—¿Q-Que  esta haciendo aquí? ¿Que quiere de mí?—

Dijo balbuceando un poco, debía admitirlo, tenía algo de miedo.

—Su madre me debía una deuda y según ha llegado a mis oídos a fallecido, así que usted tendrá que pagar la deuda, debido a que es su hija—

Elizabeth dejó a Taylor en shock ante sus palabras.

—¿¡Q-Que!? ¡Imposible! ¿¡Se puede saber por qué le debe mi madre!?—

Taylor tenía clara preocupación en su voz, no tenía trabajo, no tenía dinero, no podía mantener el piso en el que vivía siquiera ¿Y ahora una deuda? No podía, acabaría en la calle seguro.

—Le llevó vendiendo droga a su madre durante años y no me a pagado ni un centavo, quiero mi dinero. La deuda es de un millón de dolares—

Elizabeth seguía sin ninguna expresión en su rostro ¿Es que acaso esa chica no tenía sentimientos? ¿Acaso podía decirle a una chica que tiene una deuda de medio millón así como así?

—¿¡Me estas diciendo que tengo que pagar medio millón, a una deuda que nisiquiera es mía!? ¡Es de mi madre! ¡No mía! ¡Me niego a pagarla!—

Taylor se negaba rotundamente a pagar esa deuda, de ser por ella nisiquiera tendría el apellido de su madre.