50 Sombras Despues

Caminábamos por la playa Ana y yo tomados de la mano, han pasado 50 años desde que conocí a esa tierna chiquilla de ojos azules, me es grato decir que el amor que siento por ella con el paso de los años fue aumentando, ella curó las heridas de mi alma y me hizo conocer el verdadero amor, su rostro cambio, se lleno de arrugas, su espalda se encorvo por los años, pero para mi sigue siendo la más hermosa mujer sobre el planeta. Phoebe y Teddy ya son mayores, tienen su familia cada uno y son felices según lo que se, hace casi 10 años no los veo, dejaron de visitarnos cuando nos hicimos viejos y cuando traspase Grey Enterprises como herencia, se volvieron personas muy ocupadas. Ahora solo somos mi Ana y yo, a pesar de todo nos sentimos felices de tenernos el uno al otro. Yo me siento feliz.

- ¿Quieres irte a casa cariño? - Le pregunto sosteniendo sus manos.

- ¿Tu quieres irte? - me pregunta en modo de disculpa.

- La verdad solo quiero verte sonreír - sonríe. - ¿Es hermoso no? - Le digo haciendo señas con el dedo indice hacia el océano enfrente de nosotros. Me gustaría estar así, contigo, aquí, por lo que quede de mi vida. - Me mira y me abraza.

- No tiene idea del amor que siento por usted Señor Grey. - Me dice al oído.

- Y yo no tengo manera de agradecerte todo lo que hiciste por mi cariño, aun a pesar de que han pasado muchos años, sigo agradeciendo que Kate estaba enferma esa mañana. De no ser así no hubieras caído tu en mi oficina. Te amo. - Sonríe y me da un tierno beso en el cuello lleno de arrugas.

- Yo más Señor - me dice jugueteando. - Agradezco cada azote que me diste, agradezco el momento en que me fui de tu casa porque eso te hizo cambiar, agradezco haberte amado desde el principio, agradezco haberme casado contigo, agradezco no haber tomado la pastilla anticonceptiva cuando quede embarazada de Teddy, agradezco cada momento a su lado Señor.

- Te amo cariño, siempre te amare o lo que quede de este Siempre. - Beso sus labios.

- ¿Un Siempre eterno Señor? - Me pregunta con una sonrisa en su rostro.

- Solo si me lo permite Señora Grey - sonrio.

- Señor, usted tiene el permiso de hacer conmigo lo que quiera, recuerde que firme un contrato,... al momento en que me case con usted.

- No lo he olvidado Señora Grey.