Creía que todo estaba en mi cabeza pero luego entendí que solo me usaste para tu placer y diversión por unos días y ahora soy un circo por creer en ti.
¿Acaso no te lastimo verme llorando en el suelo por ti, mientras te explicaba con balbuceos mis más profundos sentimientos?
Lo hice como si de un muro de confesiones te tratas, para que al final me ahogara en tu indiferencia y me dieras la espalda como si fuera una desconocida.
Cuando descifres tus intenciones conmigo me pareciste un cobarde, por no haber sido honesto conmigo porque en lugar de eso llegabas con flores a mi casa, flores que las comprabas con tu nuevo juguete que usualmente degustabas antes de verme.
Me hiciste creer que también te habías enamorado de mi, que también querías esa relación al igual que yo pero al final solo me hiciste una herida y te fuiste sin siquiera atreverte a mirarme a los ojos e intentar explicarme que las cosas no habían pasado como yo creía porque sabias que al fin cuando lo íbamos a hacer preferiste arruinar las cosas.
Miraste tu error muy tarde y tienes que dejar de intentar remediar lo que tanto a mi sola me costo volver a construir porque ahora estoy feliz de haberme equivocado al pensar que serías tú quien me viera algún día caminar de blanco y agradezco todos los días que ya no estas en mi vida.