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Después de cenar Draco y Zabini tenían que irse a cumplir su guardia como prefectos por lo que se acercó hacia su prometida y la saludó

–Venis a dormir conmigo esta noche?–le preguntó rodeándola entre sus brazos, pero a Nerea se la notaba incómoda y distraída

–Mañana capaz–respondió de manera seca, sintiendo todavía la mirada de Mattheo clavada en su nuca

–Estas bien?–pregunto él un tanto extrañado por toda esta situación. Ella asintió

Pero cuando Draco quiso darle un pequeño beso de despedida, Nerea ya se había separado de él

Camino sola por los pasillos hasta llegar a su habitación, sintiendo un poco de ansiedad. Sus amigos se había pasado toda la noche hablando de sus planes a futuro. Donde se casarían, donde vivirían, de que trabajarían. Nerea siempre había amado ese tema de conversación, pero hoy había sido diferente

Empezar el último año de Hogwarts significaba que todo eso estaba llegando rápidamente. No tenía idea de cuando Draco le pediría oficialmente su mano y odiaba no poder controlar eso

Sabía que un día se despertaría y tendría que comenzar a vivir esa vida completamente planeada desde que había nacido

Sin embargo se odiaba por pensar de esa manera ya que Nerea realmente amaba a Draco y pensaba que no podrían haberle elegido mejor compañero de vida, pero... por otra parte ahora también estaba Mattheo

Al cual jamás pensó volver a encontrarlo. Acaso ahora estudiaría allí? tendría que verlo todos los días de su vida hasta que terminara el año?

Eso no estaba bien, cuando lo conoció pensó que simplemente estaba viviendo una travesura la cual jamás tendría que recordar

Fuertes recuerdos vinieron a su mente y no pudo evitar pensar en lo que había hecho, aunque definitivamente si él hablara, sería su palabra contra la suya, por lo que jamás nadie le creería a ese desconocido

Pero en medio de esos pensamientos recordó el roce de sus labios y lo fuerte que la habían agarrado sus grandes manos. Casi como si hubieran querido romper su piel, atravesar sus músculos y agarrar completamente de sus huesos

Sexy, malditamente sexy

–Así que nos volvemos a encontrar Nerea Avery–habló una voz saliendo del jardín interno de Hogwarts, haciéndola internamente saltar del susto

Ella volteó un tanto exaltada al reconocer tal voz y observó como Mattheo se acercaba a su par, en un pasillo completamente desolado. Solamente la luz de la luna los acompañaba

–Podría contestarte, pero no hablo con desconocidos–contestó completamente irritada, volviendo a su pensamiento. Era su palabra contra la suya

–Oh vamos–insistió caminando a su par.–Ya no te acuerdas de mi?–sacó de su bolsillo una caja de cigarros y con una sonrisa tomó uno.–Ni de mis labios?–bromeo solamente porque sabía que eso la haría enojar 

Pero Nerea detuvo su paso y lo observó completamente seria

–Literalmente no sé de qué estás hablando–optó por ignorar absolutamente todo lo que había sucedido

Mattheo observó la seriedad de su cara, sin saber si estaba fingiendo o que mierda estaba pasando, pero decidió que ella no seguiría agobiándolo

Soltó una pequeña risa y continuaron caminando. Mattheo movió su cabeza a ambos costados y fumó una seca

–Me enteré que sos muy popular por aquí, supongo que usas una personalidad falsa verdad?–

Nerea rodeó sus ojos un tanto irritada, sin embargo no contestó nada

ámame- mattheo riddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora