Say yes, please.

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—En casa hay cómo doscientas

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—En casa hay cómo doscientas.— dijo el castaño.

—¿Doscientas?— preguntó Phoebe con los ojos abiertos.

—Así es, a mi papá le gustaba mucho coleccionarlas.

—Esas son muchas, ¿no crees?— preguntó ella ojeando el libro.

—Si.— dijo Cedric abrazándola más fuerte y dejando un beso en su cuello. —El día está muy hermoso, ¿no crees?— preguntó él.

Cedric y Phoebe estaban en una colina, sentados en el césped, bajo la sombra de un gran árbol, ella estaba leyendo un libro, mientras que él solo la observaba. —Así es, muy hermoso —respondió la pelirroja.

—Si... aunque no tan hermoso como tú.

Phoebe carcajeó y volteó su rostro para verlo, se acercó a él y plantó un suave beso en sus labios. —Te amo, romántico empedernido.

Cedric carcajeó. —Y yo a ti hermosa mujer por la cual soy romántico.

—Yo no tengo la culpa. —dijo ella.

—Claro que si la tienes —dijo él—. Mírame.— pidió, haciendo que Phoebe volteara su cara para mirarlo. —Así no, ruédate completa.

—Ced, estar sentada en este Césped con vestido es incómodo.— se quejó ella.

—Entonces te cargo, pero mírame.

Phoebe se levantó y se acercó al castaño acomodándose en su regazo, colocando sus piernas al rededor de su cintura.

Cedric se apoyó en el tronco del árbol detrás de él y posó sus manos en las caderas de su novia. —Ahora, ¿mejor?

Phoebe asintió con una sonrisa. —Mucho mejor.

Cedric la miró fijamente, perdido en sus ojos. —Eres tan hermosa, Phoebe. Nunca quiero dejar de mirarte.

—Eres un tonto.— dijo ella sonrojada.

—Tú tonto.— dijo él haciendo que ella riera.

Phoebe se inclinó hacia él colocando las manos en su pecho y le dio un pequeño pico en los labios.

Cedric sonrió. —¿Sabes lo hermosa que te ves? —dijo él.

—Ya me lo dijiste muchas veces.— respondió ella.

Cedric rió. —Me refería a si sabes lo hermosa que te ves encima mío.

Phoebe rodó los ojos juguetonamente. —Cedric, no empieces con tus cosas.

—¿Que cosas? ¿La verdad?— ella rodó los ojos y negó. —¿Que niegas? Si eres hermosa.— dijo él, se incorporó un poco y se acercó a su oído. —Igual de hermosa que ayer... con la pequeña diferencia de que ayer estabas saltando encima de m...

𝐃𝐚𝐲𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 (𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora