—Muichiro, te presento a Genya. Genya, él es Muichiro, tu guía del día de hoy.
¿Guía? ¿No se supone que de ese tipo de cosas se encargaba Zenitsu? Analizó al nuevo. Pensándolo bien, tal vez Zenitsu se dejó llevar por los comentarios, acobardándose en su trabajo.
—Un gusto, Tokito.
El desconocido le ofreció su mano. Tokito la estrechó inmediatamente.
—El gusto es mío, Genya.
—Bueno, espero que ambos puedan conocerse mejor. Disfruta de tu estadía en la academia, Genya, y Muichiro, gracias por aceptar.
Ambos salieron a los pasillos. Tokito no sabía por dónde podría iniciar. Él nunca había dado indicaciones, ni siquiera sabía cómo explicar el camino de la escuela a su departamento. Caminaron por un rato en un silencio incómodo, al menos para Muichiro, quien no sabía cómo empezar una conversación con alguien, menos con alguien que podría dejarlo en el hospital al mínimo error.
—Así que, ¿avalancha en la cafetería? ¿Asustar a los nuevos?
Había olvidado que dijo eso. Maldijo internamente, avergonzado nuevamente. Yuichiro tenía razón, a veces hablaba de más.
—Así que, sí escuchaste. —Rió nervioso —Fueron algunos acontecimientos pasados.
—Ya veo. ¿Así que no me contarás sobre los fantasmas inexistentes?
Trago saliva. La compañía de este chico le causaba nervios, es decir, su apariencia ruda, alta y esas cicatrices decían que si él quería, podría darle de baja de la vida. Sumando los rumores que se escuchaban sobre él, comprendía por qué Zenitsu se acobardó.
—Pues, —rió nervioso —Verás, resulta y resalta que esos fantasmas insistentes no son más que los ronquidos del intendente bajo las escaleras. Ese señor ronca horrible.
Genya soltó una leve risa. Tokito se sorprendió un poco. Aquella fría, intimidante y seria expresión cambió por un minuto a una leve sonrisa. Tal vez no era tan malo como decían.
Un joven derramó su bebida accidentalmente sobre Genya. El joven, que no lo dudó ni un segundo, salió corriendo mientras pedía perdón.
—¡Vuelve acá, cobarde! ¡Fíjate por dónde caminas, imbécil!
O tal vez sí era un poco agresivo como decían.
—Bueno, como te habrás dado cuenta, llegamos a la cafetería. —Le ofreció algunas servilletas a Genya —Perdón por eso. Los de primer año suelen ser un poco descuidados.
—No se preocupe. No es culpa suya que la gente sea tan estúpida.
Continuaron con el recorrido. Muichiro convivió menos de una hora con Genya, pero pudo notar algunas cosas de él. Su actitud era un poco robótica, era muy cortés, refiriéndose a él en ocasiones por "usted", pero lo más importante, en ningún momento demostró ser una persona mala u hostil como lo describían, a excepción de lo que pasó en la cafetería, pero eso estaba más que justificado.
—¿Y qué tal el nuevo?
No tardó en cuestionarle Nezuko en cuanto se enteró que había sido guía del chico malo. Estaba sentado bajo un árbol, con la compañía de los Kamados, Aoi, Inosuke, Senjuro y Zenitsu.
—Pues, estuvo bien.
—¿Bien? ¿Es todo lo que dirás?
—¿Qué más esperan que diga?
—Déjame ver si entiendo. Convivistes por una hora con el chico más temido de la academia, chico del cual se murmura dejó hospitalizados a cinco de sus compañeros por simplemente ser idiotas. ¿Y tú solo dices que estuvo bien?
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enamorado de la misión /genmui
SonstigesLa vida fue cruel. Su padre fue una mierda con él, pero después de cinco años se le ofrece una oportunidad única: su libertad. A cambio, solo tenía que recolectar un poco de información sobre la familia Tokito. Hacer amigos no era su objetivo. Anhel...