𝕹𝖊𝖈𝖊𝖘𝖎𝖙𝖆𝖘 𝕬𝖞𝖚𝖉𝖆/ 𝕶𝖔𝖔𝖐𝖛 ©

단일 부품

—Taehyung, ¿Sigues en el maldito centro comercial? — La voz molesta y preocupada de su hermano se escucha al otro lado de la llamada.

Taehyung suelta una nerviosa risa bajando con prisa las escaleras eléctricas. Con una mano sostenía el celular pegado a su oreja mientras que dos bolsas colgaban de su muñeca, y con la otra agarraba seis bolsas repletas de ropa y accesorios.

—Eh... Justo estoy saliendo, Jin hyung. Ya voy a casa. — Dice jadeando al llegar al primer piso donde se encontraba la salida principal. A su alrededor aún hay algunas tiendas abiertas, las cuales tiene que ignorar porque sabe que si se queda más tiempo ahí, su hermano y madre lo asesinaran.

—Estás ahí desde las tres de la tarde y ya son las once de la noche. Sabes que a mamá no le gusta que conduzcas tarde. Te juro que la llamaré en media hora y le preguntaré si ya estás allí. Ve con cuidado.— Sin más su mayor colgó regañándolo.

El castaño carcajeó guardando su celular en uno de los bolsillos y seguidamente rodó los ojos. Su hermano siempre había sido un completo sobreprotector, ni siquiera dejaba de llamarlo preguntando dónde está o qué hace siendo ya un adulto de 22 años. Él sabe muy bien las cosas que hace y en lo que se mete —que por supuesto no era nada malo.— Además, era viernes de descuentos en todo el centro comercial, obviamente Taehyung no iba desperdiciar dicha oportunidad. Caminar por horas no le importó cuando tenía nueva ropa por lucir.

Mientras caminaba vio cómo las tiendas comenzaban a cerrar y solo unas cuantas personas, que se podían contar con los dedos de una mano, también salían. Su reloj marcaba las 11:07, apunto de ser medianoche. Sin dudas su madre lo mataría.

—Joder... — Maldijo cansado en busca de aire. Una vez salió del mall, se dirigió a paso rápido hasta llegar al estacionamiento subterráneo donde había dejado su carro. No había ni un solo vehículo y las pisadas de sus zapatos resonaban en eco. En una esquina bien escondida al fondo, entre columnas de cemento, se encontraba su Audi A5 Sportback.

Desactiva la alarma aún a una distancia de el, y cuándo abre las puertas traseras para meter sus compras, nota algo extraño. El carro estaba inclinado del lado derecho, justo de la puerta delantera. Preocupado deja las bolsas en los asientos y se agacha para ver cuál era el problema. Muy notoriamente, la llanta estaba hasta el suelo, desinflada.

—¿Qué? Ah... Mierda. — Observa el estado y parece tener un gran clavo que deja escapar el aire que, milagrosamente aún quedaba. —Joder, ¿desde qué hora estará así?

Sin más, se endereza y va hacia la maletera para buscar la llanta de repuesto y las herramientas que utilizaría. Cuando saca todo y lo coloca en el suelo, frota las manos por su rostro lleno de frustración.