Sherlock se encontraba en uno de sus días melancolicos, y (como ya era costumbre para él) John solo se alejaba para darle su espacio. Pero esa vez, era distinta. Sherlock tenia el violin en su regazo, acostado en el sofá de la sala, mirando el techo mientras pensaba en silencio, solo interrumpido por los desafinados maullidos de su instrumento y rl sonido de la lluvia de fuera. John tomaba su té, leyendo el periodico desdeel otro lado de la sala de estar observando a su amigo con preocupación, abrió la boca para hablar pero el ruido de la puerta se le adelantó.
_Buenos días, ¿hay alguien en casa? _Preguntó la voz del otro lado de la puerta._ Traigo un telegrama para el señor Watson._ John dió un sorbo más de su té antes de ir para abrir la puerta.
_Hola, ese soy yo. _El cartero (no muy interesado, probablemente cansado de trabajar) le entregó la carta y de fue protegiendose de la lluvis con paraguas. John cerró la puerta y abrió la carta con entuciasmo.
_¿Qué dice?¿Acaso es algo interrsante?_ Dijo Sherlock sin sacar la vista del techo; aún tocando su violín.
_No es de tu interés.
_Cualquier cosa es de mi interés en momentos como este.
_Es Sarah... Ella me pidió una tercera cita según este telegrama.
Sherlock bufó.
_¿De que diablos sirve el amar a alguien? Es solo palabreria barata que sirve como objeto de malos poemas.
_Lo que dice usted no es cierto. ¿Qué es el amor para usted?
_El amor es un conjunto de neuroconectores en el cerebro tales como la dopamina; excitoxina; serotonina y otros, que se estimulan al ver una persona dilatando las pupilas y subiendo la presión arterial generando el "amor". _Dijo con cierta molestia en su voz, para él era algo obvio. John tomó un sorbito de té y suspiró.
_Jamás se enamoró, ¿verdad?_ Sherlock se negó a responder, tocando el violín e impacientando al otro._ No, ¿cierto?¿Usted jamás se enamoró de alguien?
_Tenga en cuenta que no soy social ni popular, no tengo amigos a excepción del cráneo con el que hablo a veces.
_Y a mi._ Afirma John con voz tajante.
_Oh, y a usted, claro está. _Sonrió burlonamente con algo de broma en su voz. El otro sintió una gran desilución al tono de su amigo.
_Sherlock.
_¿Qué sucede, Watson?
_¿Por qué me invitas a resolver misterios contigo si no soy tu amigo?
_Jamás lo hice. Al principio te pedí que desocuparas la sala de estar para hablar con mis clientes, luego te dije mi trabajo y de alguna manera te involucraste.
_Eso no es cierto..._ carraspea tomando té y tratando de recordar.
_Lo es, John.
_Perdón por haberte molestado.
_No lo hiciste y no lo haces, descuida.
_Pero...
_Pero pese a tu presencia no deseada, _ interrumpe él_ no me molesta.
_¿Ah, no?
_No, en absoluto. Tu compañia es... reconfortante, de alguna extraña manera.
_Eso es bueno, espero. _Mira el telegraba y Sherlock sigue si mirada._ Ojalá la cita vaya bien.
_Ojalá no._ Murmuró Sherlock.
_¿Qué?
_No, nada. Olvidelo, habré dicho algún delirio por la angustia que ahora siento.
_Es usted un verdadero misterio._ Terminó su té y guardó el diario.
_No sé porque lee tal papel mentiroso, lleno de cosas ficticias.
_Lo dice porque se informa mejor. Y oorque es tonto pese a su inteligencia.
_¿Otra vez?_ Rodó los ojos._ Hemos discutido esto mil veces. No soy ignorante ni necio por no saber que giramos al rededor de Marte.
_¡Del sol, Sherlock, del sol!
_Don casi lo mismo._ Alzó los hombros en señal de indiferencia.
_Es sol es una estrella y Marte es un planeta.
—¿Y qué diablos supone para mí? —lo interrumpió él con impaciencia—. Me asegura usted que giramos alrededor del Sol. Aunque girásemos alrededor de la Luna, ello no supondría para mí o para mi labor la más insignificante diferencia. ¿Acaso cambiaria algo si girasemos al rededor de Neptuno?
_Mucho, sí.
_¿Si girasemos al rededor de Neptuno yo sería un asesino? No, seguiría siendo Sherlock Holmes, el único detective consultor de todos los tiempos.
_Pero si lo hicieramos estariamod muertos, no existiria la vida.
_Da igual.
_No sé porque te explico si luego lo olvidarás.
_Lo mismo pregunto.
Sherlock miró la lluvia empañada en el vidrio de la ventana congelada.
_Digame algo, Watson. ¿Si yo fuese una miserable gota de agua aún toleraria mis momentos melancolicos, me halagaria por mi inteligencia y viviria conmigo?
_¿Qué clase de pregunta es esa?
_Respondala.
_Supongo que sí;_ Rascó su nuca._ si usted fuera una miserable gota de agua aún toleraria sus momentos melancolicos, le daria cumplidos por su inteligencia y viviria con usted._ El otro seguia con la vista fija en la ventana.
_Ya veo... En ese caso no me molestaria girar al rededor del sol, Neptuno, Marte, Saturno o cualquier planeta. Porque sea el planeta que sea, sea un universo en el que somos ratones o humanos, usted seguiria ai lado.
_¿Cree que en ningun planeta sepa usted de astronomia?_ Sonrió.
_En todos me daria igual y tendriamos siempre esta discución._ Rió._ Y definitivamente en todas seguiria con su mala suerte respecto a mujeres.
_No diga eso, tengo un telegrama de Sarah pidiendo otra cita.
_Si supieras..._ Suspiró.
_¿Saber qué?
_Nada_ Negó con la cabeza._, debe descubrirlo por si mismo y no quiero arruinar su ilusión.
_¡Vamos! No puede dejarme con la incognita.
_Se lo diré cuando tenga otro caso, osea nunca.
_Ya surgirá un caso, no se deprima. De seguro hay un asesino en Londres buscando su próxima victima.
_Pero hasta entonces, Lestrade solo preguntará por cosas obvias como robos de segunda y patrañas así para fanfarronear.
_Mire el lado positivo, podrá componer y aprender más partituras con su violín.
_Por última vez, ¡no aprenderé esa 'música' que está en los oidos de todos!
_¿Por qué no?
_La única razón por la que toco esa música es porque usted pide ciertas veces es para compensar mis momentos depresivos. Por esa razón, cuando esto se me pasé le dedicaré las partituras "Meldensshon - Heder".
_No es neceserio, saldré con Sarah.
_¿Con este clima?
_Cierto..._ Mira por la ventana._ Otro día será. Le escribiré un telegrama explicandole el día y lugar al que se pospondrá la cita.
_Ye acompañaré, no tengo nada mejor que hacer._ Se coloca su gabán y se levanta del sofá.
_De acuerdo, es mejor a que estés medio muerto._ Abrió la puerta, mostrando la lluvia.
Ambos salen, dejando el apartamento a sus espaldas y dirigiendose a una oficina de correo. Una vez allí, Sherlock se apoyó contra la pared mientras John escribia el telegrama; cuqndo terminó, sonrió triunfante.
_Perfecto_ Lo colocó en un sobre._, iré a buscar algún cartero para enviarselo a Sarah, quédate aquí que ya vuelvo.
_Tampoco pensaba irme.
Cuando John salió de la habitación y Sherlock (luego de asegurarse de que realmente se fue) se apuró a escribir otro telegrama. Uno en el que indultaba a Sarah desde la identidad de John y le decia que no queria volver a verla. Sacó el telegrama de John del sobre y colocó el suyo tratando de que no se note el cambio._El cartero vendrá a las diez (10:00) de la mañana por la carta. Ya son las ocho y media (08:30).
_¿Por qué nos levantamos tan temprano?_ Finje molestia._ No es tan difícil dormir hasta el mediodía._ John ríe.
_Duerme hasta tarde todo lo que quieras, pero yo no. Estoy acostumbrado a despertarme temprano debido a mi tiempo en el ejercito, sobretodo luego de la segunda guerra afgana.
_Eres un hombre recto de pies a cabeza, eso es bueno.
_Gracias, tu falta de respeto hacia la autoridad es... buena, de alguna extraña manera me agrada. Además de tu inteligencia._ Sherlock sintió una punzada de culpa por lo del telegrama, pero lo disimuló.
_Le agradezco el cumplido, siempre me dice uno.
_¿Por qué no hacerlo?_ Ambos rieron._ Vamos al departamento a esperar al cartero.
_De acuerdo.
Sherlock sinrió el peso de la culpa caer sobre cada paso que daba hasta el lugar. Al llegar agarró un juego de dardos, agarró uno y lo lanzó a la diana en un tiro perfecto. ¿Para que jugaba en silencio? Necesitaba aislar sus pensamientos de sus acciones, sus malas acciones._¿Sucede algo, Sherlock?_ El comportamiento no paso desapercidibo para John.
_No hay casos, al menos ninguno importante.
_Descuida, algo bueno pasará pronto.
_Eso espero..._ John acarició el hombro de Sherlock para reconfortarlo, Holmes sintió como un simple tacto le provocó un escalofrio recorrer su espalda junto a un pequeño respingo. ¿Por qué?_ Claro, sí. ¿Donde están los libros de medicina?
_En la segunda estanteria, ¿por qué?_ Sherlock agarró un montón de libros y los apoyó en la mesa, aparentemente dispuesto a leer todo eso._ ¿Qué necesitas? Recuerda que era médico militar. _El otro lo ignoró y siguió leyendo.
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La Decisión (Johnlock)
RomanceWatson debe tomar una difícil decisión en la cual su corazón es dividido. ¿Qué deberia hacer?¿A quién deberia elegir?