Habilidad: Ama de casa EX

Capitulo 13

Houki, recién duchada y vestida con su yukata, tarareaba una melodía alegre mientras caminaba por el pasillo que conducía a la habitación de Ichika. Revisó la baraja de cartas Hanafuda que había tomado prestada de la recepción, asegurándose de que todas las cartas estuvieran contabilizadas.

Sería divertido, pensó. Tenían tiempo para ellas mismas por un rato, así que ¿por qué no simplemente... tomárselo con calma? Todo lo que hacían era muy estresante hoy en día. Las otras chicas la ponían de los nervios, Ichika la ponía de los nervios... Todos podían olvidarse de todo eso y ocuparse de algo que no fueran máquinas de guerra de robots gigantes o dramas de relaciones. Diablos, no le importaba invitar a los demás si eso significaba que ella e Ichika podrían tener una conversación honesta, por una vez.

Una sonrisa complacida se dibujó alegremente en su rostro. Tenía un buen presentimiento sobre...

Sus pensamientos se detuvieron de inmediato.

Tabane se acercaba desde el extremo opuesto del pasillo donde se encontraban las suites privadas, con una expresión hosca en su rostro.

Su hermana.

Houki no había visto a Tabane en mucho tiempo. Tenía la leve sospecha de que la mujer estaba allí (incluso encontró pistas y mensajes esparcidos por todo el complejo que tenían escrito "Tabane"), pero, honestamente, no tenía ninguna intención de ponerse al día con su distante pariente. No ahora.

¿Fue por eso? ¿Orimura-sensei en realidad...?

Tabane no perdió el paso, se estaba acercando. Houki miró hacia sus pies con nerviosismo.

En ese momento, probablemente era inevitable. Era hora de afrontar las consecuencias.

"¡O-Onee-san! ¡Mierda!" tartamudeó. "¿Qué pasa? ¿Pasa algo con...?"

"Por supuesto que algo anda mal", la miró con el ceño fruncido. "La sorpresa está arruinada".

Houki parpadeó.

"¿Sorpresa?"

"¿Por qué no les preguntas?" espetó su hermana con amargura, mirando por encima del hombro y observando con desdén la única puerta a la vista al final del pasillo: la habitación de Orimura-sensei.

¿A ellos?

Houki se quedó desconcertada; era la reacción más poco típica de Tabane que había visto jamás en esa mujer. No se abalanzó sobre su hermana menor para saludarla con esa voz empalagosamente dulce y infantil que tenía. La "energía" teatral de sus pasos desapareció.

Un sudor frío recorrió la espalda de Houki. ¿Estaban... hablando siquiera de lo mismo?

Y así, el momento se acabó. Tabane hizo pucheros y se tapó los ojos con los puños cerrados.

"¡Waaa!", gimió falsamente, pisando fuerte como un niño frustrado, saltando dentro del cohete con forma de zanahoria estacionado dentro del jardín y despegando, volcando la hierba y los guijarros, y desordenando el intrincadamente arreglado jardín seco.

La niña observó en silencio a la mujer más buscada del mundo volar y desaparecer en los cielos, luego se giró lentamente para mirarla de frente. Sus ojos se dirigían una y otra vez hacia el camino que conducía a la habitación de Orimura-sensei.

Sinceramente, debería olvidar todo lo que pasó. Por lo general, esa era la forma más segura de actuar cuando se involucraba con las payasadas de Tabane. Debería continuar su camino hacia la habitación de Ichika y hacer que él jugara un lindo juego de Koi Koi con ella o algo así.

Su expresión se transformó en una de consternación.

O...

Frunciendo el ceño, se dio la vuelta y se dirigió lentamente hacia la habitación de Orimura-sensei.